PAPANTLA, VER.- Sin médicos, sin medicinas, algunas sin mobiliario, otras sin funcionar, convertidas en bodegas y en el peor de los casos sin concluir, así se encuentran diversas casas de salud en colonias y comunidades del municipio de Papantla, situación que afecta a los pobladores quienes deben desplazarse hasta la cabecera municipal en busca de atención particular.
Desde hace una década, la Casa de Salud de la localidad Poza Larga se encuentra abandonada, los pobladores señalan que nunca contaron con atención adecuada, sólo acudía una enfermera de vez en cuando, sin embargo, nunca hubo medicamentos o un doctor para brindarles atención cuando se requería. Repentinamente el espacio quedó vacío y con el paso del tiempo en el olvido.
Hoy luce completamente solo, lleno de polvo, vandalizado, siendo ahora el monumento a la carencia de servicios de salud que muchas comunidades padecen. Una vieja vitrina aún conserva material de curación que nunca se utilizó, destacando alcohol, vendas, gasas, algodón e isodine. A unos centímetros se encuentra un escritorio cubierto por el polvo y una silla ejecutiva que se desgasta con el paso del tiempo, son los restos de lo que algún día fue una fallida casa de salud.
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Con poco más de 2 mil 400 pobladores, la localidad Rafael Rosas carece de un centro de salud donde sus habitantes puedan acudir a atender de sus enfermedades, dolencias o emergencias, mujeres embarazadas y pacientes con enfermedades crónico degenerativas son los más afectados, puesto que deben acudir hasta la comunidad Isla de Juan Rosas, a unos 25 minutos de distancia caminando.
“Hay que madrugar y caminarle, porque temprano no hay transporte para allá, se tiene que llegar para hacer fila, porque, aunque los trabajadores llegan tarde, uno debe estar ahí para que le toque ficha, sólo dan como 20 o menos al día y pues no nada más atiende a una comunidad, son muchas las que llegan ahí”, señaló la señora Susana Francisco Hernández.
La quejosa afirma que desde hace varios años el espacio que fungía como Casa de Salud quedó en el olvido, luce abandonado y hoy en día es una bodega de objetos que no se utilizan, un área donde bien se podría habilitar una clínica que dé atención a los pobladores, pero además a otras localidades circunvecinas que no cuentan con acceso a servicios de salud.
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La falta de uso de este espacio ha provocado que delincuentes encuentren en la zona un área de resguardo, donde han causado actos vandálicos y robos. El control del uso de éste lo tiene el agente municipal Pablo Hernández Pérez, quien ha convertido este espacio en una bodega, misma que también algún día albergó un comedor comunitario del fallido y desaparecido programa “Sin Hambre”.
Con poco más de 207 habitantes, la localidad Arroyo Grande carece de una Casa de Salud, al menos una que funcione, porque cuentan con el espacio, pero no con los médicos, las medicinas y los aparatos necesarios para brindarle la atención a los pobladores de esta alejada comunidad enclavada en la zona costera del municipio, por lo que deben acudir hasta Carrizal o la propia cabecera municipal para atenderse en forma particular.
Los habitantes de la zona han denunciado que en más de una ocasión se han enviado oficios a la Jurisdicción Sanitaria para que se asigne personal, pero siempre han obtenido como respuesta que no tienen personal suficiente o bien que es responsabilidad del municipio, lo cierto es que quienes padecen por esta situación son los adultos mayores, niños y embarazadas.
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A la fecha el espacio permanece cerrado, porque nadie puede atenderse y temen que el poco mobiliario que se tiene pueda ser robado o maltratado, ya que desde hace más de diez años que se construyó el espacio, nunca ha tenido el funcionamiento para el que se creó.
En la localidad Las Cazuelas, a pesar de que no opera ante la falta de un médico, enfermera y medicamentos, la casa de salud recibió recientemente mobiliario, mismo que se encuentra dentro del edificio que fue construido desde 2005, pero nadie lo utiliza. Los habitantes deben caminar más de una hora para poder llegar hasta la localidad Cerro de Carbón donde reciben atención médica en el centro de salud de esa población.
De acuerdo con los vecinos, hasta antes de que desapareciera el programa Oportunidades, la atención en la casa de salud se brindaba sólo los segundos martes de cada mes y la atención era brindada por una enfermera, cuyas funciones y habilidades son diferentes a las de los médicos, aunado a que no tiene la autoridad para recetar o diagnosticar a los pacientes.
Un proyecto que buscaba que los habitantes de la colonia Los Mangos contaran con una casa de salud quedó abandonado y en el olvido. Por años, el espacio que estaba dedicado a este fin permaneció invadido por maleza y recientemente fue rescatado por habitantes de ese sector, mismos que se organizaron para hacerle una limpieza. Lamentablemente el espacio se encuentra al aire libre, es apenas una construcción inconclusa que desde hace muchos años se encuentra en condición de abandono.
Ninguna de las administraciones anteriores ha querido impulsar en beneficio de las familias de ese poblados sector y que además podría servirle a los deportistas que acuden a las canchas del auditorio Fernando Gutiérrez Barrios. El espacio se había convertido en un basurero clandestino e incluso un refugio de malvivientes, en breve, los colonos presentarán un proyecto al alcalde Eric Domínguez Vázquez, para que se pueda contemplar su terminación.
mb