ORIZABA, VER.- El vocero de la Diócesis de Orizaba, presbítero Helkyn Enríquez Báez, señaló que los hechos del pasado 12 de septiembre quedarán grabados en la memoria colectiva de los ciudadanos orizabeños por el sufrimiento que causó ese hecho inédito.
No obstante, consideró que a pesar de la mala experiencia vivida, "resuenan más palabras del Señor: mi paz les dejo, mi paz les doy como la da el mundo. No se turben ni se acobarden".
El sacerdote señaló que Orizaba es una ciudad de paz, lo mismo que su pueblo, y el lema lo recuerda: benigno el clima, fértil el sueño, cómodo el sitio y leal el pueblo.
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El vocero de la diócesis de Orizaba reconoció la labor de las corporaciones de seguridad de resguardar la integridad de los ciudadanos.
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Asimismo, pidió que eviten la desinformación y la psicosis, aunque se reconoce a los medios de comunicación que informaron con objetividad y profesionalismo.
Recordó que en estos días se celebran las fiestas patrias, por lo que se deben fortalecer las virtudes que nos unen como mexicanos y orizabeños.
Invito a que cada uno sea constructor de la paz en su hogar, escuela, centro de trabajo, calles y colonias, con el fin de hacer de este país un mejor lugar para vivir y convivir y que estas fiestas nacionales se puedan celebrar con un verdadero sentido patriótico.
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