DESAPARECIDOS

Florentino, uno de los cuerpos hallados en fosas de Atzacan

Florentino Romero Antonio es uno de los 15 cuerpos que fueron recuperados en el terreno de una casa de seguridad en el municipio de Atzacan y uno de los seis que han sido identificados y entregados de manera digna a sus familias

Identifican cuerpo de fosas en Atzacan.Créditos: Sergio Ramírez
Escrito en VERACRUZ el

ORIZABA, VER.- Florentino Romero Antonio era taxista y administrador de la Central Teletaxi, en el municipio de Camerino Z. Mendoza, el 30 de junio pasado su familia fue informada que sujetos armados se lo habían llevado de su lugar de trabajo. No lo volvieron a ver. Este 30 de noviembre, cinco meses después de que fuera reportado como desaparecido, recibieron sus restos para sepultarlos. 

Romero Antonio es uno de los 15 cuerpos que fueron recuperados en el terreno de una casa de seguridad en el municipio de Atzacan y uno de los seis que han sido identificados y entregados de manera digna a sus familias. Junto con el taxista, otro cuerpo más fue entregado, pero sus parientes no han autorizado dar información sobre él, mencionó la representante del Colectivo de Familiares de Desaparecidos Orizaba-Cordoba, Araceli Salcedo Jiménez.

Eran exactamente las 9:15 horas cuando la esposa de Florentino perdió comunicación con él, pasaron 20 minutos y le llamaron taxistas para avisarle que su marido había sido privado de su libertad por sujetos armados que se lo llevaron.

Para ella, sus hijas y el resto de su familia empezaron las horas de angustia. Esperaban una llamada, quizá para pedirles dinero a cambio de su liberación, pero no hubo nada. No volvieron a saber de él. Entonces decidieron denunciar su desaparición ante la Fiscalía Especializada.

Florentino Romero Antonio tenía 37 años cuando desapareció y como seña particular usaba placa dental. Lo que no decía la ficha es que era un hombre honesto, trabajador y cariñoso con sus hijas de 15, 10 y 3 años. Por él, su familia marchó el 5 de julio de los límites con Río Blanco a Nogales.

Con lágrimas en los ojos, su esposa pidió disculpas a quienes se lo llevaron si es que acaso él había ofendido a alguien, pues no se explicaban el por qué de su desaparición. A pesar de estas acciones no recibieron ninguna llamada, tampoco lo volvieron a ver.

En los últimos días de agosto, las autoridades aseguraron una casa de seguridad en el municipio de Atzacan. Ahí observaron que había puntos en los que se veía tierra removida, por lo que con la presencia de las integrantes del Colectivo de Familiares de Desaparecidos y personal de Servicios Periciales se iniciaron los trabajos de búsqueda de restos.

Fueron 15 los que se lograron recuperar en ese lugar y con Florentino Romero Antonio y otra persona más se llegó a seis en total. Araceli Salcedo Jiménez mencionó que seguirán trabajando con las autoridades de la Fiscalía y Servicios Periciales para que se logre establecer la identidad de los nueve que faltan de Atzacan y los que están pendientes de las fosas de Los Arenales, en Río Blanco, y Campo Grande, en Ixtaczoquitlán.

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