COATZACOALCOS, VER. - María Bárbara Wetzel Aguilar, mejor conocida como Bibi Wetzel, es originaria de Coatzacoalcos, Veracruz, y con apenas 12 años se convirtió en la gimnasta mexicana que ganó el Campeonato Mundial de Gimnasia Artística en la categoría Junior en un evento impulsado por la Organización Internacional de Atletas de Gimnasia con Síndrome de Down.
Seis años después va por el mismo título, pero ahora lo hará dentro de la categoría Senior, por lo que no deja de entrenar en el Gimnasio “Levic”, trabaja a marcha forzada para enfrentarse a atletas de todo el mundo.
“Me siento muy contenta, feliz, fascinada porque es mi tercera vez que voy a una competencia en Italia, por eso me estoy preparando para poder competir”, señala Bibi.
La competencia se celebrará en Ponte du Legno, Italia, del primero al cinco de diciembre, y aunque el tiempo es corto, tras cambiarse de sede, la señora Mónica Aguilar, madre de Bibi, asegura que físicamente se encuentra en óptimas condiciones, por lo que confía en que su hija regresará con el campeonato.
“Primero se realizaría en Finlandia, pero debido a la guerra de Ucrania la suspendieron y apenas en septiembre pasado nos confirmaron que será en diciembre en Italia, y aunque en un principio dudamos, decidimos entrarle a la competencia, aunque eso requiere un poco de más esfuerzo”, expresó Mónica.
De lunes a sábado, durante cuatro horas, Bibi recorre las barras, el caballo y la pista hasta que perfecciona sus rutinas; algo que no es fácil que a diario disfruta.
¿Quién es Bibi Wetzel?
Proveniente de una familia de Coatzacoalcos, nació en diciembre del año 2003, desde su niñez ha sentido pasión por el baile, lo que ha combinado muy bien con la gimnasia artística a sus 18 años.
Cuando nación, Bibi fue diagnosticada con hipotonía, un trastorno que afecta el desarrollo de los músculos por el que ha tenido que cumplir con un tratamiento de terapia física durante muchos años para mejorar sus habilidades motrices.
“Actualmente, ya es una adolescente y como todos los jóvenes, tiene sus días buenos y a veces no tanto, pero sus ganas de seguir luchando en la vida y adelante, aunque esté cansada, es su principal característica, algo que no ha cambiado en Bibi”, dice su madre.
Actualmente, ha cumplido 14 años practicando esta disciplina, donde el trastorno no ha sido un impedimento para que la joven gimnasta recibiera notables reconocimientos, más tres medallas de oro en el Campeonato Mundial del Down Syndrome International Gymnastics Organization, que tuvo lugar en Italia en 2015.
Si bien hay deportistas que cuentan con un don natural a la hora de realizar esta disciplina, el entrenamiento, la constancia y la coordinación son aspectos fundamentales para alcanzar el mayor éxito, Bibi es ejemplo de ello.
“Como padres siempre la apoyamos en todo, por eso la acompañamos en sus entrenamientos, porque sus sueños se están cumpliendo”, expresa Mónica.
Combina sus entrenamientos con actividades para recaudar fondos que le permitan viajar a Italia
Debido a que el tiempo apremia, la familia de Bibi decidió comenzar a trabajar en actividades que les permitan recaudar dinero para pagar el costo del viaje, hospedaje y alimentos durante los días que se desarrolle la competencia.
Hacen cálculos y requieren al menos 100 mil pesos para participar en esta competencia mundial, por lo que el próximo 29 de octubre realizarán un reciclatón, para obtener material reciclable que puedan vender a una empresa.
“Estamos haciendo este reciclatón y quiero que me apoyen, por eso les digo que no tiren las botellas de plástico, el cartón y aceite quemado, porque todo sirve; yo quiero que me apoyen”, manifiesta Bibi, mientras muestra el cartel de su evento a realzarse en el malecón costero de Coatzacoalcos.
La señora Mónica informó que, por el cambio de fechas, en esta ocasión no contarán con el apoyo de la Federación Mexicana de Gimnasia, por lo que han acudido a autoridades municipales y personas altruistas para solicitar de su ayuda.
Y es que el reto para Bibi no solo es representar a México, sino refrendar su título de campeona y regresar con la medalla de oro.
“Quiero que me aplaudan y me echen bulla, porque me encanta”, finaliza Bibi.
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