Xalapa, Ver. - Cada que July toca el piso de gimnasia se transforma en la atleta más fuerte y comprometida. Es cuidadosa de los tiempos que le marca la pista musical de fondo y realiza cada movimiento con ritmo, fuerza y equilibrio. Cuida su estética como le enseñó su entrenador.
Cuando la menor, con apenas 13 años, realiza sus movimientos de gimnasia se ve fluida y muestra que la trisomía 21 simple o síndrome de down, no limitará su sueño de representar a México en competencias internacionales de atletas con discapacidad intelectual.
La menor es una de cada 800 menores que nacen con un trastorno genético que se caracteriza por la presencia de retraso mental, no obstante, su madre Liliana afirma que Julieta o July, como la llaman de cariño, se ha criado como una niña “normal” que hoy destaca en el deporte.
La alteración genética le provocó una cardiopatía que le atendieron a los cuatro años, cuando le practicaron una cirugía de corazón, después de su recuperación se ha destacado por ser una atleta que ha representado a Xalapa en al menos 20 competencias. Ella siguió los pasos de su hermana Ximena -de 15 años- a quien acompañaba a sus entrenamientos desde que era una pequeña.
El síndrome de down es una alteración genética causada por la existencia de material genético extra en el cromosoma 21, que se traduce en discapacidad intelectual. La incidencia estimada, a nivel mundial, se sitúa entre uno de cada mil recién nacidos.
La asamblea de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estableció el 21 de marzo como el día mundial del síndrome de down.
Liliana, Ximena y Julieta el mejor equipo
Liliana cuenta que, a los ocho meses de embarazo, cuando acudió a su cita de rutina, el médico le comentó que tenía que ser sometida a una cesárea de emergencia, pues se agotaba el líquido amniótico de la placenta.
La urgencia por sacar a Julieta, no le permitió contemplar la posibilidad de que su hija naciera con alguna alteración genética. Solo quería escucharla llorar, pues los especialistas ya le habían alertado del ritmo cardiaco bajo de su hija.
Acostada sobre la plancha de operación y sedada por la epidural, se enteró que July tenía rasgos de síndrome de down, situación que no lograron detectar en los ultrasonidos que le practicaban cada mes y lo que llevó a los médicos a disculparse. Sin embargo, Liliana tenía claro que con o sin alteración genética, iba a tener a su segunda hija.
“Yo no sabía que tenía síndrome de down, me enteré cuando me hicieron la cesárea. No me lo esperaba, pero empecé a tener ideas de qué hacer (con ella), no me dio tiempo de deprimirme, ni nada”, platica en entrevista con La Silla Rota Veracruz.
July no necesitó incubadora, de inmediato recibió leche materna, y tras pruebas médicas, se determinó que su alteración genética se atribuye a una casualidad.
En sus constantes visitas al médico, Liliana conoció a una enfermera que se encargaba de dar estimulación temprana, por lo que una semana después de su nacimiento la contactó para buscar alguna alternativa y apoyarla en el desarrollo motriz de su hija.
La especialista apoyó a July hasta que cumplió tres años de edad, “siempre tratándola como una niña en las condiciones más normales”. Para lograr su inclusión la llevaba a su trabajo, donde la apoyaron para realizar su labor y criar a las dos pequeñas, al ser madre soltera.
Liliana es veterinaria de profesión, empezó a trabajar en el ayuntamiento de Coatepec, apoyando en la atención a las mascotas, y hoy es dueña de su propio negocio en ese municipio conurbado a Xalapa.
A modo de estimulación, cuenta, July estuvo en contacto con muchas personas y sus mascotas, que hoy la hacen una niña muy sociable. Siempre que llega a un espacio hace nuevos amigos y es capaz de tener una plática con cualquier adulto, “nunca tuve trabas de que la gente la vieran raro o la discriminara”, comparte.
A los dos años y medio July dio sus primeros pasos, además, se incorporó a una guardería en la que la apoyaron en su desarrollo. Competía con el resto de sus compañeros y en ocasiones ganaba los juegos.
Su madre celebra que en la formación escolar y social July ha encontrado a personas que han creído que puede hacer lo mismo que los demás, sin discriminarla o marginarla, “va más lento, pero logra su cometido”.
Además, de practicar tres horas al día, participa en actividades del Instituto Mexicano de Investigación y Desarrollo Integral AC (IMIDI), y toma clases en el Colegio de Inteligencias Múltiples, que es una escuela bilingüe en la que se tiene un programa de estudios adecuado para niños con síndrome de down.
Su acercamiento con la gimnasia
July siempre estuvo en contacto con la gimnasia, pues su mamá la llevaba a los entrenamientos de su hermana Ximena, dos años mayor que ella. Aunque le interesaba el deporte su cardiopatía le complicaba practicarlo.
Después de que la operaron del corazón, logró despuntar en el deporte. Fue entonces que asumió el compromiso de acudir al club de gimnasia, donde su entrenador Fredy la impulsa y la ayuda para memorizar rutinas, que luego presenta en competencias locales, nacionales e internacionales.
“Fue a la Copa Gilling, donde se presentan deportistas de Cuba y Centroamérica, que se organiza en Cancún. Íbamos a participar en el Trisome Games 2020 olimpiadas para personas con síndrome Down, que se había programado en Turquía, pero vino la pandemia y ya no se hizo. Estábamos a unos meses de irnos y se canceló todo; se reprogramó para el 2024”.
El próximo torneo, será en Tijuana, se trata del Campeonato Nacional de Atletas con Discapacidad Intelectual que se va a desarrollar del 21 al 25 de marzo. July, ya tiene todo para participar, su entrenador buscó el apoyo para financiar el viaje.
Los padres de July se hicieron cargo del pago de los boletos de avión, y será la Federación Mexicana de Deportistas Especiales (Femede) la que cubra los gastos por hospedaje y comida de los deportistas de todo el país.
Además, en octubre de 2022 se programó el Mundial de Gimnasia Artística con Síndrome de Down en Finlandia, pero aún no se sabe si se mantendrá la competencia tras el conflicto armado entre Rusia y Ucrania, países con los que limita.
Sus otras actividades
Con apoyo de su maestra del IMIDI escribió un cuento, que fue publicado por el municipio de Xalapa, como parte del proyecto Niñas Extraordinarias.
Se integró en dos temporadas del programa La Tropa, de Periscopio Espacio, donde apoyaba en la conducción. “en la segunda temporada hizo casting, y en la tercera temporada fue difícil porque entre la escuela y la gimnasia, tenía poco tiempo”.
Liliana destaca que su hija sabe leer, escribir, es una joven muy inteligente que siempre está dispuesta a hacer nuevos amigos. En el año 2015, dijo, se integró a su equipo su esposo Rodrigo, quien la apoya al llevar a la niña a sus entrenamientos.
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