NUEVOS CONSEJEROS ELECTORALES

INE: ¿Qué será, será…?

El INE inicia una nueva etapa con consejeros que están a prueba en su honestidad, en su ética, en su capacidad, en su imparcialidad y al servicio de los mexicanos y no de un gobierno. | Joel Hernández Santiago

Escrito en OPINIÓN el

Una selección de consejeros electorales en la que los Morenistas son los más idóneos se lee en los resultados de la elección para ocupar las cuatro plazas de Consejero del Instituto Nacional Electoral (INE), dispuestas desde el tres de abril de este año. Incluida la presidencia del mismo. 

Y ya está hecho el cambio. El INE tiene una presidenta, Guadalupe Taddei Zavala, quien ya rindió protesta el 3 de abril para una gestión que durará del 4 de este mes de 2023 al 3 de abril de 2032. Releva en el cargo a Lorenzo Córdova Vianello, quien concluyó ya su responsabilidad… 

O por lo menos eso supone uno, porque eso de la responsabilidad terminada es un decir luego de que el Secretario de Gobernación, Adán Augusto López dijera el fin de semana pasado en Villahermosa, Tabasco que como todos los servidores públicos, el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, así como el secretario ejecutivo, Edmundo Jacobo, pueden ser investigados por supuestas irregularidades de su administración: “Ya aparecerán, seguramente, algunas cosas. Hay una serie de irregularidades, nos han comentado, cometidas por el señor Jacobo", dijo.

Dos vertientes de un solo tema. El INE que inicia una etapa bajo el mando de un grupo de nuevos consejeros electorales: cuatro, a quienes se conoce en su mayoría como afines a Morena y muy particularmente al gobierno de la 4T; y el anuncio de investigar a los consejeros que se van. 

En el primer caso, esto supondría un INE hecho a la medida de los requerimientos electorales de un gobierno, un partido y su  movimiento social que quieren prevalecer en el mando presidencial en por lo menos cuatro años más… 

Sí: es propio de todo gobierno querer mantenerse en el poder por más del tiempo establecido en las leyes Constitucionales. Pero no es el tema cuánto tiempo permanezcan ahí, sino la manera cómo se haga de esa prolongación de mandato.

Esto es: surgieron muchas suspicacias por la manera cómo se llevó a cabo la selección de los consejeros electorales: El 7 de marzo se aplicó el examen a 531 aspirantes a ocupar el reemplazo de los cuatro consejeros electorales.

Y, como señalaba la convocatoria, sólo quienes obtuvieran los puntajes más altos pasarían a la evaluación de idoneidad, misma que tuvo lugar del 11 al 14 de marzo. Dos días después el Comité dio a conocer la lista de los aspirantes que pasaron a la etapa de entrevistas del 17 al 22 de ese mes.

Luego de las conclusiones, el Comité entregó a la Junta de Coordinación Política (Jucopo) el 24 de marzo, la relación de las personas mejor evaluadas y el domingo 26, las cuatro listas con cinco finalistas cada una. 

Luego, a ‘sugerencia’ presidencial durante la madrugada del viernes, bajo el proceso de insaculación, Guadalupe Taddei Zavala fue elegida por la Cámara de Diputados como la próxima consejera presidenta del INE y a Rita Bell López Vences, Jorge Montaño Ventura y Arturo Castillo Loza como consejeros

La suspicacia no es menor: surgió luego de que se conoció que quienes habían obtenido el mayor puntaje en el examen escrito fueron básicamente personas muy vinculadas con Morena-4T. De ahí en adelante la cosa fue más fácil pues ‘se encontró’ que los más aplicados eran los idóneos para ocupar esta responsabilidad democrática y electoral. ¿Sólo los morenistas superaron al resto de aspirantes en todo?

Esto genera otra gran suspicacia. Si para llegar a ocupar el cargo de consejeros pudiera haberse hecho de forma “chueca” con apoyos institucionales, del Estado y de gobierno, con chanchullos, entonces es muy grave que sean estos consejeros electos quienes cuidarán la transparencia, la imparcialidad, la objetividad de los procesos democrático-electorales de México. ¿Será?

Esto lo dirán los hechos y los resultados; que prevalezca la búsqueda de consolidación democrática en México y que las elecciones sean la mar de plurales-ciertas-verdad-democráticas. Serán estos mismos consejeros los que habrán de someterse a las leyes y reglas de lo de lo electoral previsto en nuestra Constitución y en sus leyes emanadas: eso juran en su rendición de protesta. 

Aparte es que, luego de un larguísimo periodo de confrontaciones entre Palacio Nacional y los consejeros salientes, en particular con Lorenzo Córdova Vianello y Ciro Murayama, siga una persecución política que busque “castigar” a quienes “se pusieron al brinco” y no permitieron intromisiones políticas y de gobierno en una institución autónoma en su estructura. 

Mal haría un gobierno al perseguir a quienes no se pliegan a sus deseos si están en ley. Mal haría un régimen si persigue políticamente a quienes sirvieron a la Nación y a su democracia durante once años y consiguieron que los gobiernos emanados de procesos electorales fueran los que decidió la mayoría, sea del partido que fuere, como ocurrió en julio de 2018. 

El INE inicia una nueva etapa con consejeros que están a prueba en su honestidad, en su ética, en su capacidad, en su imparcialidad y al servicio de los mexicanos y no de un gobierno. Es en este punto en el que pronto sabremos de qué están hechos estos consejeros que ya llegan, y si por sus obras se les aprueba de forma ciudadana o se les repudia: de ellos depende.  

Lo de la persecución política se salva con la ley en la mano. Con pruebas fidedignas y no con suposiciones o acusaciones ímprobas; con el “nos han dicho”. La Suprema Corte de Justicia de la Nación podría tener este tema en sus manos y será ésta la que decida la verdad de la ley y no la verdad de una venganza.