Naucalpan, Méx.- El aprender matemáticas para algunos alumnos es una verdadera batalla con los números, por ello es que un profesor de Colegio de Ciencias y Humanidades buscó la manera de hacer interesantes y llamativas sus clases, usado una máscara de luchador y narrando los quebrados, divisiones, ecuaciones y raíz cuadrada, como si estuviera en el cuadrilátero presenciando una pelea a tres caídas.
Noé, es un joven de 14 años, dice haber llevado Matemáticas 1, “te explica de una manera atan chida que te imaginas a un ring y una pelea de lucha libre, donde pelean los números rudos contra técnicos y así te va enseñando las ecuaciones y a resolver problemas con una facilidad que da gusto”, dijo el adolescente estudiante del CCH Naucalpan.
Te podría interesar
Aunque tiene más de 15 años impartiendo la materia en el CCH Naucalpan, el profesor “matemático” tuvo su origen en el inicio de la pandemia en 2019, pero comenzó sus narraciones en Pulso TV de CCH Naucalpan un año después, cuando a todos los estudiantes y profesores se les pidió retornar a una nueva normalidad, después de varios meses del confinamiento en sus domicilios para evitar contagiarse de Covid-19.
Fue una idea del director Keshava Quintanar Cano, quien convocó a todos los profesores para que buscaran una manera atractiva de hacer que los estudiantes se pegaran al Zoom desde sus casas para ver en línea sus clases.
“No me pareció mala, así que me metí a un salón, conecté mi cámara del celular y comencé a transmitir mi clase, con máscara del matemático que un amigó muy querido me obsequió y yo la uso en su honor”, explicó el maestro en un video difundido por UNAM Global.
Señala Noé, que el maestro continuó dando sus clases como si estuviera en línea, narrando estilo lucha libre sus clases de matemáticas, las cuales son aceptadas por los demás compañeros, “eso haría falta con otras materias, que no se hicieran tan tediosas”, refirió.
El Matemático, con el Doctor Z y el Catedrático, formaban en la década de 1970 a 1980, el trío Suidas Especiales, que revolucionaron la forma de luchar, de una manera más ruda, lo que los hizo destacar.
Pero el “Matemático” sobresalió entre el trío porque llevaba en cada lucha máscaras nuevas, con muchos números, adquirió reconocimiento por sus enfrentamientos con Villano III y sus alianzas con leyendas como Blue Demon y Mil Máscaras.
Se dice en el video que en el confinamiento por la pandemia y por el intento de vivir lo más normal posible, el profesor del CCH con plumón, pizarrón y máscara puesta se puso frente a su cámara, y utilizando la narrativa de lucha libre, comenzó a impartir clases con los “problemas algebraicos a una sola caída y con límite de tiempo”.
Esa manera singular de dar clases en el CCH de Naucalpan en su momento trascendió el aislamiento y hasta nuestros días de la nueva normalidad, el “Matemático” continúa con sus clases tanto presencia en las aulas como en las plataformas digitales y grupos de redes sociales.
Las máscaras han sido una forma de llamar la atención y de hacer el bien. Así también lo hace el sacerdote católico, que desde hace décadas se hizo llamar Fray Tormenta, y quien sostiene con donaciones un orfanatorio en San Juan Teotihuacan.
El nombre real de Fray Tormenta es Sergio Gutiérrez Benítez, el mismo que inspiró la película “Nacho Libre”, y es un sacerdote y luchador del Estado de México que opto por la lucha libre para contribuir al sostenimiento de un orfanatorio, donde regularmente ha tenido más de cien niños, algunos de los cuales se llevan al sitio de otros municipios por parte de los Sistemas DIF Municipales, que mediante convenio los reciben en resguardo.
Fray Tormenta nació en 1944, pero a los 22 años ingresó a la Orden religiosa de los Escolapios, tuvo la oportunidad de continuar estudios eclesiásticos en Roma y España, al retornar impartió clases de filosofía e historia en la Universidad Pontificia.
Tras ordenarse sacerdote fundó un orfanato en San Juan Teotihuacan, donde desde 1991 tenía el proyecto de comprar un extenso terreno en la comunidad de Belem y hacer La Ciudad de los Niños.
Fue que, para solventar los gastos de la casa de niños, el sacerdote Sergio Gutiérrez decide convertirse en luchador, ocultando su identidad con una máscara roja y dorada, tomando para sí el nombre de Fray Tormenta.