San Miguel de Allende.- En la localidad de Atotonilco, en San Miguel de Allende, se encuentra a la vista una verdadera joya arquitectónica e histórica que se le ha dado el nombre de “La Sixtina Mexicana”, por ser un templo construido con estilo barroco y en cuyo interior se encuentran contiene bellos frescos que se asemejan en mucho a la Capilla Sixtina que es la parte más conocida del Palacio Apostólico de la Ciudad del Vaticano, residencia oficial del Papa.
Se trata del Santuario Jesús Nazareno, ubicado en la población de Atotonilco, a 14 kilómetros de San Miguel de Allende. Antes de dar a conocer sus características, mencionaremos algo de lo que es la Capilla Sixtina del Vaticano.
Su nombre le fue puesto en honor al papa Sixto IV, quien ordenó su restauración entre 1477 y 1480, es la sede del cónclave en la que los cardenales electores eligen al nuevo Papa y la decoración en su interior está compuesta de frescos, principalmente en su bóveda y testero, con “El Juicio Final”, obras de Miguel Ángel.
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De 1477 a 1480, pintores como Sandro Boticelli, Proeto Prugini, Pinturicchio, Domenico Ghirlandaio, Cosimo Rosselly y Luca Signorelli, unieron sus talentos para realizar 2 series de paneles al fresco sobre la vida de Moisés (A la izquierda del altar, mirando hacia el “Juicio Final”) y la de Jesucristo (A la derecha del altar), acompañadas por retratos de los papas anteriores a Sixto IV, además de cortinas pintadas con trampantojo en la zona inferior,
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Y la primera misa en la Capilla Sixtina fue celebrada el 15 de agosto de 1483, fiesta de la Asunción de María, en cuya ceremonia la capilla fue consagrada y dedicada a la Virgen María.
“La Sixtina de Guanajuato”
El Templo de de Atotonilco, conocido también como “Santuario de Dios y de la Patria”, ya que, de acuerdo a la Historia de México, fue el recinto religioso en el que el Cura Miguel Hidalgo y Costilla tomó el estandarte de la Virgen de Guadalupe para enarbolarlo ?en los inicios de la Lucha por la Independencia.
La edificación fue fundada por el padre Luis Felipe Neri de Alfaro en 1740, inspirado en el Santo Sepulcro ubicado en Jerusalén.
Su valor arquitectónico fue reconoció el 8 de junio de 2008, cuando fue declarado como Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, título que también se le otorgó a la ciudad de San Miguel de Allende.
Es el principal lugar turístico del municipio, ya que se calcula que semanalmente recibe la visita de 5 mil turistas, atraídos por su asombrosa arquitectura y sus hermosos murales.
Parece una fortaleza
La parte exterior del templo la componen grandes muros que le dan la forma de una fortaleza, los muros son de diez metros de largo, las cúpulas alcanzan los 20 metros y la torre de reloj es de 20 metros de altura.
La entrada principal es además sencilla con un arco "mixtilineo" que mira al este, hacia el “Jerusalén” y el complejo tiene una orientación este-oeste.
Hacia el sur a lo largo de la fachada principal esta la Casa de Ejercicios y la Torre del Reloj.
Al norte está la Santa Escuela de Cristo.
Frente a la fachada principal está un atrio estrecho, que una vez fue utilizado como cementerio.
La iglesia principal es de una sola nave sin una cúpula, alineada en los flancos norte y sur de las capillas y cámaras.
En el lado norte de la nave, hay una sacristía, la Capilla del Rosario, las cámaras del Padre Luis Felipe Neri, la Capilla de Belén, el Bautisterio, y la Sala del Reliquiario.
En el lado sur, está la Capilla del Santísimo, la Capilla de la Soledad, la Capilla de Loreto con sus capilla traseras, la Capilla de la Gloria Escondida y la Capilla del Santo Sepulcro con la Capilla del Calvario detrás de ella.
En síntesis, este complejo religioso está formado por 14 capillas, contando la Casa de los Ejercicios.
En el interior
Las paredes y techos del interior están casi totalmente cubiertos de obra mural, escultura, inscripciones y pinturas al óleo en un estilo llamado barroco popular mexicano, aunque también se puede observar la influencia indígena.
Cuenta con altares neoclásicos que se instalaron posteriormente.
La mayor parte de la obra mural fue realizado por el mulato Migue Antonio Martínez de Pocasangre y algunos por José María Barajas durante un período de 30 años, con casi ningún espacio libre entre las numerosas imágenes.
El estilo de la pintura imita la pintura flamenca que fue conocido a través de las impresiones belgas que los españoles trajeron desde Europa.
La obra mural ha hecho que el complejo sea llamado la "Capilla Sixtina de América", la "Capilla Sixtina de México” y los guanajuatenses tienen también el orgullo de llamarla “La Capilla Sixtina de Guanajuato”.
Resta mencionar que, las fotos principales de la presente información, son un comparativo del interior de la Capilla Sixtina del Vaticano y la del Santuario de Atotonilco, con lo sería suficiente motivo para mostrar el por qué se le llama “La Sixtina Mexicana”.