HISTORIA DE GUANAJUATO

¿Por qué a Guanajuato se le llama “Ciudad de las Ranas”?

Quanaxhuato, en tarasco quiere decir “Lugar montuoso de Ranas”, fue el primer nombre de la capital y después evolucionó en Cuanaxuato, Guanaxuato, Real de Minas Guanajuato, Santa Fe Real de Minas de Guanajuato y Santa Fe de Guanajuato

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Guanajuato.- En cualquier parte del estado de Guanajuato, cuando alguien hace la pregunta sobre lo que significa el nombre de la ciudad capital, la respuesta inmediata es “Ciudad de las Ranas”, aunque tal vez algunos no conocen el por qué se consideró o se le sigue considerando de esta forma.

La palabra Guanajuato viene del tarasco, Quanaxhuato, que significa Lugar montuoso de Ranas. Con el tiempo el vocabulario que utilizaban los indígenas se corrompió, por lo que al lugar los llamaron Cuanaxuato, después Guanaxuato, posterior a la conquista se le llamó Real de Minas Guanajuato, Santa Fe Real de Minas de Guanajuato y Santa Fe de Guanajuato, de la misma forma que “Lugar montuoso de Ranas” derivó en “Ciudad de las Ranas”

Datos de algunos historiadores, coinciden en que, en el siglo XV, el lugar en donde se ubica Guanajuato capital era una zona poco accesible y lugar pasajero de incursiones de indígenas toltecas, aztecas y chichimecas.

En el siglo XVI, cuando el lugar era habitado por nahuas, estos fueron desterrados por los tarascos o purépechas, quienes observaron en una montaña peñascos que semejaban la figura de una rana, animal que ellos adoraban, y al tomarlo como una señal divina decidieron quedarse en los alrededores de este peñasco que consideraban sagrado y lo nombraron Quanaxhuato.

A mediados del siglo XVI, concretamente en 1520, los conquistadores españoles empezaron a llegar a los territorios de lo que es hoy estado de Guanajuato, y entre 1540 y 1546 la región fue entregada a Rodrigo Vázquez por parte del virrey Antonio de Mendoza, como recompensa por los servicios prestados durante la conquista.

En 1546 fue establecida como pueblo, en lo que antes se considerada como su fundación y se le nombró Real de Minas de Guanajuato, por los descubrimientos de vetas de plata.

Y en 1548, a la llegada de Perafán de Rivera, primer alcalde del ayuntamiento, toma el nombre de Santa Fe Real de Minas de Guanajuato.

El Pueblo, fue transformado en Alcaldía Mayor en 1564, el 26 de octubre de 1679 mediante un documento del virrey fray Payo Enríquez Afán de Ribera, la población fue elevada a la categoría de Villa y, en 1741 el rey Felipe V le otorgó el título de muy noble y leal ciudad de Santa Fe y Real de Minas de Guanajuato.

Aunque fue en 1570 cuando se reconoce legalmente la fundación de la ciudad,  con el nombre de Santa Fe de Guanajuato.

En 1786, y en cumplimiento a las órdenes reales, el territorio de la Nueva España se dividió administrativamente en doce intendencias, siendo una de ellas la de Guanajuato que dejaba por tal razón de depender de la provincia de Michoacán.

En 1826 se aprobó la primera Constitución que convertía a Guanajuato en un Estado Libre y Soberano de la República Mexicana, con su primer gobernador, Carlos Montes de Oca.

El 17 de enero de 1858 el presidente Benito Juárez estableció temporalmente la capital de la República en esta ciudad ante la constante persecución que sufría por parte del grupo político conservador.

En 1810, fue escenario de la batalla de la Independencia, con escenario en la Alhóndiga de Granaditas, construida en 1792 como un gigantesco almacén de granos.

Y en el siglo XX, durante la época de la Revolución, la ciudad padeció los efectos de la severa crisis económica y social, fue ocupada en julio de 1914 por las tropas del general Alberto Carrera Torres, y en febrero de 1916 el presidente Venustiano Carranza visitó la ciudad.

Nos desviamos un poco del tema del nombre inicial de Guanajuato, aunque sólo dimos a conocer un resumen de los hechos relevantes ocurridos en esta ciudad capital, de manera especial, que fue escenario de tres movimientos bélico sociales ocurridos en la historia del país, como fueron las guerras de Reforma, Independencia y Revolución.

El recuerdo de sus orígenes

Y con respecto al nombre original, los capitalinos o “cuevanenses”, como también se les conoce, muestran su orgullo de ser originarios de la “Ciudad de las Ranas”, prueba de ello los muchas pequeñas figuras de cerámica que los turistas pueden observar a su paso por los diversos rumbos de la ciudad, particularmente al entrar a la población, en la plaza Hidalgo, donde se encuentra la denominada Plaza de las Ranas, con figuras en cantera, mármol y otros materiales, y que además contiene desde fechas recientes una fuente de aguas danzarinas.

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