Muy adentro de la naturaleza en un municipio poco conocido en Guanajuato, un lugar lleno de riachuelos frescos, pasto verde, montañas y una cascada se esconde en el estado. Se trata de Charco Azul una comunidad que tienes que visitar al menos una vez en la vida.
En el municipio de Xichú, allá en el norte, por donde está la Sierra Gorda que limita con el estado de San Luis Potosí, hay lugares naturales impresionantes que no todo el mundo conoce.
A un par de horas de distancia de municipios industriales como León, Irapuato, Celaya, Silao y Salamanca, se encuentra Charco Azul siempre escondida y reservada para los aventureros que quieran experimentar la naturaleza de Guanajuato.
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Queda a poco de más de 3 horas en carro desde León, pero el viaje vale la pena. El recorrido en carretera no se compara con la belleza que hay en Charco Azul. Esta comunidad natural recibe a la gente con un día soleado, agua fresca y el color verde en árboles, el pasto y sus pequeños cerros.
Todo ahí es tranquilidad y paz, pero lo más bonito de todo es su cascada. Saliendo con fuerza desde un acantilado en las alturas, abriéndose paso entre los árboles y plantas del bosque un gran chorro de agua cae con potencia hacia una pequeño lago.
Ahí abajo cuelgan raíces y ramas, el agua es verde azulada mezclada con arena café. Una hermosa vista espera a los aventureros que a veces se sientan cerca ahí a comer mientras conviven entre la magia de la naturaleza.
Ahí frente a los ojos de los visitantes esta este lugar considerado como uno de los más bonitos que son poco conocidos en Guanajuato. Desde lejos, se puede ver entre los arboles como corre el agua con intensidad y poco a poco va bajando hasta convertirse en un rio de agua fresca.