León.- En Guanajuato existe una gran abundancia de comidas y platillos típicos para degustar, y cada municipio tiene lo suyo. Por ejemplo, en León hay predilección por el el caldo de oso y las guacamayas, en la ciudad de Guanajuato las enchiladas mineras y en Salamanca pozole verde de salchicha.
Quienes visiten estas tres ciudades y no prueben sus antojitos y comidas típicas, simplemente no sabrán de lo que se pierden.
Las Guacamayas de León
En los diversos rumbos de la ciudad de León, que incluye locales, puestos ambulantes y hasta en restaurantes y bares, los leoneses tienen un especial gusto por las apetitosas y picantes guacamayas que ya son toda una tradición culinaria, ya que se tiene conocimiento que desde hace 75 años empezó venderse este producto que puede servir para toda ocasión, ya que se pueden comer a cualquier hora del día, y hasta son un platillo que se puede ofrecer en convivencias familiares, muy en especial durante el próximo evento patrio del 15 de septiembre, además de que su costo es accesible para todos los bolsillos.
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Una guacamaya tradicional constaba de un bolillo al que se abría en dos partes donde se metía el duro de puerco, que es la piel de cerdo dorada en manteca dentro de cazos de cobre, “bañada” con una salsa tipo “pico de gallo”, elaborada con jitomate, cebolla, ajo, cilantro y chile de árbol, todos cortados en trozos pequeños y revueltos en un recipiente, y, para amarrar el buen sabor, se le pone sal y limón.
Con el tiempo, a la guacamaya tradicional se le fueron agregando ingredientes, debido a que los vendedores tuvieron el ingenio de darle gusto a todos los consumidores, por lo que se pueden pedir con aguacate, huevo cocido, cueritos, requesón, tacos dorados, papa, frijol, duro enroscado, picadillo, carne tártara, cebolla morada, marlín yucateco, camarón, ceviche, atún, lengua de cerdo, claras de huevo, salchicha, chicarrón de pescado, carnitas, lomo, chicarrón prensado, rib eye… y pare de contar.
Y para una mejor degustación hay que tener a la mano agua, jugo, refresco, cerveza o cualquier bebida alcohólica, pues esta comida típica leonesa “se lleva con todos”, además de que, de alguna forma habrá que quitarse “lo enchilado”.
Caldo de oso de León
El caldo de oso es otro de los antojitos muy solicitados por los leoneses, quienes lo presumen a sus familiares o amigos que los visitan de otros estados del país, de manera especial cuando durante una convivencia se tomaron una copita de más, ya que resulta ser un remedio eficaz para la resaca o cruda, con lo que "vuelven a la vida".
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Este antojito se elabora a base de pepino y jícama en trozos, preparado con vinagre, limón chile y sal, además de que se le incluye una "tapa" de queso rallado y algún tipo de fruta.
En los diversos barrios y colonias de León se pueden encontrar estos verdaderos paraísos frutales ofertando vasos de caldo de oso, al que se les puede incluir mango, sandía y melón, además de otros aperitivos extras como las papitas, el clamato y camarones.
Enchiladas mineras de Guanajuato
Desde el siglo XVI, en plena época colonial, los españoles instalaron en varios estados de México la actividad minera minera. Durante el virreinato, las mujeres solían preparar estas enchiladas para sus esposos que trabajaban todo el día en las minas.
Desde entonces las enchiladas mineras se han convertido en un platillo típico de Guanajuato, de manera especial en la capital, aunque también son características de estados como Querétaro, Zacatecas, Jalisco, San Luis Potosí y Aguascalientes, donde hubo fuerte actividad minera.
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Los ingredientes son: Tortillas, chile guajillo, queso, lechuga, chile cuaresmeño, papa, zanahoria, cebolla, tomate, cilantro y crema.
Primero se remoja la tortilla den una salsa sazonada de chile guajillo, que después se pasa a freír en aceite para que absorba la salsa. Van rellenas de queso, cebolla y un trocito de chile cuaresmeño para darle sabor.
Los ingredientes que le dan vida a este platillo son la papa y zanahoria que, cocinadas en el mismo sartén que la tortilla, darán el característico toque guanajuatense.
En las fondas del Mercado Hidalgo y en todos los restaurantes de esta ciudad capital no falta en el menú este tradicional platillo que sigue conservándose el sabor de antaño, ya que la receta original se ha conservado y transmitido de generación en generación.
Pozole de salchicha de Salamanca
El pozole verde de salchicha es un platillo típico de Salamanca, al que se le puede agregar jamón, tocino o pollo.
El pozole de cerdo, lengua, pavo o de pollo, verde o rojo, los consumen de manera especial los mexicanos la noche del 15 de septiembre de cada año. Pero en Salamanca lo típico es el pozole verde de salchicha.
Sus ingredientes son: Maíz pozolero, salchicha, tomate verde y chile serrano, acompañados de lechuga, cebolla picada, orégano, chile piquín, tostadas, crema y rábanos, sin faltar una bebida refrescante.
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En los restaurantes de Salamanca tienen considerado en el menú el pozole de salchicha y muchas familias salmantinas ya lo tienen considerado entre sus comidas predilectas.
Así que quienes visiten León, Guanajuato o Salamanca, no pueden perderse el placer de disfrutar con sus habitantes de estos platillos típicos.
JP