León.- Doña Frania Pater, de 99 años de edad, llegó a León cuando tenía aproximadamente 20 años, junto con más de mil 400 polacos, entre adultos y niños, quienes llegaron a León tras estallar la Segunda Guerra Mundial.
Frania Pater con su esposo Antonio Luna y tres de sus hijas. (Foto: Especial)
Los llevaron a Siberia en vagones de tren donde se transportaban animales. Estuvieron por cerca de tres años en el campo de concentración. Su mamá, embarazada, se cayó accidentalmente y murió a causa de una fuerte hemorragia.
En 1942, el entonces presidente de México, Manuel Ávila Camacho, recibió al primer ministro polaco en el exilio, Wladislaw Sikorski, con quien acordó dar asilo a un grupo de polacos.
Narró a la BBC que mujeres y niños llegaron a refugiarse a León, donde conoció a quien fuera su esposo, Antonio Luna.
“Primero llegamos gente grande, y luego llegó otro transporte de puros niños huérfanos. Unos niños no sabían ni cómo se llamaban sus papás ni cómo se llamaban ellos, luego nos llevaron a Santa Rosa”, dijo la mujer que actualmente tiene 99 años.
Frania Pater llegó como refugiada a León cuando tenía 20 años, hoy tiene 99. (Foto: Especial)
“Yo a mi marido lo conocí en la estación, cuando llegamos nosotros ya todos los días iba a la granja, y ahí llevaba una rosa. Y cuando nos llevaron a Santa Rosa, había un encargado en la puerta que no dejaba entrar ni salir a los polacos. En su casa hacían zapatos, me regaló un par de zapatos y le regaló un par de zapatos al portero y tuvo el paso libre”.
Algunos de los refugiados se mudaron a Estados Unidos y regresaron a Polonia, otros, como Frania y Valentina, se quedaron en México.
En entrevista, Jorge Luna Pater, hijo de doña Frania, explicó que fue muy duro para su madre llegar a León, donde formó una familia de nueve hijos.
Soportar riesgos, viajar en barco durante años y experimentar temperaturas de 40 grados bajo cero, son algunas de ellas.
“Dormía en barracas de madera, la sacaron a los 17 años de Polonia. La trasladaron a Siberia para hacer trabajos forzados. Recogía la savia de los árboles, había compañeros que ya no regresaban, los osos los devoraban”, dijo.
Jorge es leonés, pero ahora le tiene un cariño grande al país de su madre, por lo que representa para su familia.
Kinga Berdsik, quiere reatar en un libro las historias de amor entre polacos y mexicanos. (Foto: La Silla Rota)
DE LA GUERRA A LAS HISTORIAS DE AMOR
La Segunda Guerra Mundial fue un hecho que cambió el rumbo de la vida de niños que se refugiaron en León, pues fue el inicio de relaciones de amor con hombres mexicanos.
Kinga Berdsik, actual representante de la comunidad polaca en Guanajuato, señaló que trabaja en la realización de un documento de fotos e historias de amor entre polacos y mexicanos.
Para ello, sostuvo que será trascendental iniciar con las historias de las mujeres refugiadas de la guerra en León.
“De la Segunda Guerra Mundial, que estamos hablando de los niños que llegaron en 1946, los niños de la hacienda Santa Rosa, fueron más de mil 500 refugiados en León, fueron tres años de su viaje desde Polonia”, expresó.
“Muchos se regresaron a Polonia o a Estados Unidos. Las personas de mi generación, no son ya de las personas que vinieron después de la Segunda Guerra Mundial, hablando de mis paisanas de ahora, no somos refugiadas, ni por el trabajo, la mayoría vinimos porque nos casamos con mexicanos, la mayoría de nosotros tenemos residencia permanente aquí en México”.
Compartió sobre la investigación que lleva a cabo para la realización de un libro que estará en los idiomas polaco y español.
En él agregará las historias de las mujeres polacas que actualmente cuentan con 99 y 90 años de edad, las cuales viven en León hasta el momento.
“Es muy importante, de verdad, en mi opinión es muy importante. De hecho, estoy en investigación para hacer un libro que será un álbum de fotos e historias de amor entre parejas polaco-mexicanas, que será en polaco y en español”, agregó.
“Y esas dos señoras, sus historias van a ser las primeras, va a ser como muy llamativo y muy importante. Este libro va a estar aquí en León, donde mucha gente puede decir que las primeras historias de amor polaco-mexicano empezaron. Yo estoy en contacto con la familia”.
Berdsik sostuvo que, actualmente, la mayoría de personas provenientes de Polonia son mujeres, y están en territorio leonés debido a que se casaron con hombres de esta ciudad.
“Hay varias historias, hay un libro que se llama: Hacia ninguna parte, que es la historia de cómo llegó a Polonia de una ciudad pequeñita, que ahorita son terrenos de Ucrania, pero ella sí tiene su nacionalidad polaca, su pasaporte y su acta de nacimiento.
“Gracias a eso, su familia tiene derecho a adquirir la ciudadanía polaca. Fueron en trenes a Siberia, en Estados Unidos fueron rechazados, en México les dieron un par de meses, pero aquí se quedaron”, dijo.
Se tiene conocimiento que actualmente hay dos personas que en 1946 llegaron a León como refugiadas de la guerra: Frania, que actualmente tiene 99 años, y Aleksandra, de 90.
JP