León, Gto.- El día de la Virgen de la Luz es una fecha especial para los leoneses, se celebra el tercer fin de semana de mayo en honor a la patrona de la ciudad. Por décadas los ciudadanos se reúnen para celebrar su día y este año, a pesar de las restricciones no fue la excepción.
Afuera de la Catedral Basílica Metropolitana de la Madre Santísima de la Luz, en el centro de la ciudad, los fieles católicos hicieron una fila que llegó desde las puertas de la catedral sobre la calle Pedro Moreno hasta la Hidalgo. Bajo el sol y por horas esperaron la entrada, todo con tal de ver a su madre adoptiva.
Seguridad, lluvia y el final de la pandemia fueron las peticiones que le encomendaron a la Virgen de la Luz en el segundo año de la contingencia sanitaria.
La señora Nora Alicia Torres pegaba su espalda al muro que rodeaba el templo tratando de recibir un poco de sombra sin éxito. Llevaba más de una hora esperando poder entrar, cuando llegó la fila avanzaba pero hacía más de 30 minutos que dejó de moverse.
En la espera hizo una amiga Rosa María Estrada quien iba acompañada de sus bisnietos, un bebé y una niña de 13 años. Las dos decían que no importaba cuánto tiempo tuvieran que esperar, no pensaban irse a sus casas a menos que entraran a ver a la Virgen.
“Venimos a darle gracias y a pedirle que nos mande el agüita”, compartió la señora Nora.
Desde hace meses el estado se encuentra en el índice de sequía severa de acuerdo al Servicio Meteorológico Nacional. Esta situación preocupa no solo a los campesinos, sino a los citadinos como la señora Norma. La primera lluvia llegó hace unas semanas después de varios meses pero solo duró unos días y luego dejó de llover otra vez.
Rosa María coincidió con su compañera de la fila pero añadió que necesitaba la intercesión de la Virgen para que la pandemia llegue a su fin el virus sea mitigado.
“Que nos ayude con esta enfermedad”, rezó.
Más atrás, casi al final de la fila, ya por la calle Hidalgo estaba el señor José Isabel Romero Muñiz leones de 70 años. Mientras esperaba por ver a la Patrona recordaba su infancia y cómo sus papás y abuelitos, también leoneses, lo llevaban a visitar a la Virgen en su día.
El señor José Isabel lamentaba todas las tradiciones de este día que se fueron cuando llegó la covid-19. Extrañó las peregrinaciones, la música que sonaba desde la mañana, las danzas y la venta de comida.
Antes que pedirle algo a Virgen, él quiere agradecer que ella escogió a los leoneses para representarlos. Sabe que desde que llegó, la ciudad se ha visto muy favorecida pero aún hay cosas que tienen que mejorar.
“Yo le pido a nuestra madre por que se acabe la pandemia pero sobre todo por la violencia, que ya no haya tantas ejecuciones, todo eso es lo que le pedimos a ella”.
La misa comenzó a las 12:00, afuera no se escuchaba la voz del sacerdote, pero con tal de estar presentes, la gente se sentaba en los escalones del atrio para hacerle compañía a la Virgen. En silencio y de manera austera, bajo el sol y con personas sentadas en el piso, transcurrió la segunda celebración de la Virgen de la Luz en la nueva normalidad.
PR