León, Gto.- El patinador olímpico que realizó su entrenamiento en la ciudad zapatera, se va a Beijing gracias a sus primeros patines que le compraron sus papás en un tianguis.
Donovan Carrillo le contó al periódico Excelsior que los primeros patines que tuvo fueron un regalo de su padre, quien los compró en un tianguis cuando el joven atleta le dijo que quería dedicarse al patinaje artístico.
Con ellos, a pesar de que eran tres tallas más grandes que la de él, comenzó su carrera profesional en esta disciplina. El joven originario de Zapopan, Jalisco se mudó a León, donde desde los 14 años, en el 2013, inició su entrenamiento en la pista de hielo del centro comercial Plaza Mayor.
Su hermana mayor, que también practicaba el deporte, le heredaba sus patines conforme ella iba creciendo. La estrella olímpica ganó torneos y se destacó a pesar de no tener las herramientas adecuadas.
Sus patines nuevos llegaron un día por accidente cuando unos delincuentes los robaron del carro de su papá. Después del asalto, sus padres se vieron en la necesidad de comprarle unos nuevos.
Ahora, después de haber iniciado en el patinaje artístico con unos patines de hielo usados, se va a Beijing en 2022. Donovan es el segundo mexicano que participa en los Juegos Olímpicos de Invierno en ese deporte, el primero fue Ricardo Olavarrieta en 1988 y 1992.
El talento de este mexicano no solo lo lleva a ser portada en los periódicos si no a ser aplaudido y reconocido en redes sociales donde los videos de sus rutinas se viralizan. Sus presentaciones están siempre acompañadas de coloridos trajes inspirados en México y la música de Juan Gabriel.
*Con información de Excelsior