Silao.- Sin familia y lejos de casa, los trabajadores del aeropuerto de León celebran las fiestas decembrinas. El personal del aeropuerto pasa la Navidad trabajando.
Dentro de los baños de la sala de abordaje y recargada en la pared se encuentra Carmen, una mujer de 50 años. Lleva horas en esa posición, sólo deja su lugar cuando tiene que ir a comer o al baño. La señora Carmen trabaja en el área de intendencia durante el día junto a 9 personas más y como ellos, apenas va a llegar a casa para la fiesta de Navidad.
Carmen, saldrá este día 24 a las 10:00 de la noche de su trabajo en el aeropuerto, y espera, aunque tarde, celebrar con su familia la Navidad. (Foto: Patricia Robles / La Silla Rota)
Todos los días sale de trabajar a las 10:00 de la noche, aún en Noche Buena, pero ella cuenta que “a como dé lugar” va a pasar las fiestas en familia, así tarde horas en llegar a casa. En el aeropuerto los trabajadores cuentan con un trasporte que los recoge y lleva sus casas, ella es de las últimas personas que deja, por eso llega un poco tarde.
Carmen ya tiene hijos mayores que formaron su propia familia, por eso no le preocupa mucho la demora, aun así hace un esfuerzo por estar a tiempo. El día de Noche Buena, la trabajadora sale de su casa “casi lista” para la fiesta, aprendió que si llega al aeropuerto peinada y maquillada ahorrará tiempo cuando esté en casa y solo tendrá que cambiarse de ropa. Cuando dan las 10:00 sale de prisa para estar con su familia, y en su lugar llegan los del turno de la noche.
Más que el turno de la noche, son los de la madrugada y los de la mañana del día siguiente. Ellos sí pasan la Navidad sin su familia, pero celebran entre ellos. Cada mañana de Navidad en el aeropuerto se reúnen y organizan un convivio. La falta de sus seres queridos la sustituyen con sus compañeros de trabajo y, ahí en las instalaciones del lugar que es testigo de bienvenidas y despedidas, encuentros y separaciones, ellos viven sus navidades.
Detrás de un mostrador justo antes de las puertas que conducen a un avión está la agente de tráfico Michel. Ella es mucho más joven, casi la mitad que Carmen, a sus 26 años se dedica a trabajar en el aeropuerto sin excepción, esta es la segunda vez que va a pasar la Noche Buena sin su familia.
Michel recuerda que la primera ocasión sí extrañó a sus familiares “poquito”, pero al llegar a casa estaba muy agotada por lo que prefirió dormirse a reunirse. Ella vive en la ciudad de León y su horario es de 3:00 pm a 12:00 am, lo que quiere decir que llega a su casa a las 2:00 am, antes el transporte del aeropuerto tiene que dejar a sus compañeros. Si es que hay un retraso en los vuelos, puede ser que incluso llegue a las 4:00 am, para esa hora Michel sólo quiere descansar.
El pesado horario y su trabajo les impide a ambas mujeres y más trabajadores celebrar en familia, pero ambas coinciden que “saber que hay unión, amor y salud me deja tranquila”.
JP