León-. En el barrio del Coecillo un grupo de moscas sobrevuela un racimo de plátanos ya pasados, el calor los echó a perder. "La política está podrida", dice Jorge Antonio Nava, como esos plátanos viejos. Está sentado fuera de su pequeño local en el mercado. Se soporta el calor de mayo; todos en el barrio quieren saber qué propuestas tiene los políticos, ahora que prometen agua y seguridad.
La avenida Monterrey, en el corazón del Coecillo, es un termómetro de las campañas. Un volante de Claudia Sheinbaum está en el suelo, pisoteado, ha desfigurado un poco el rostro de la candidata, mientras que el rostro de Xóchitl sonríe por encima de una maquinaria en un local que también muestra una bandera de Libia Denisse. En uno de los postes se pegó tan deprisa una calca de Alma Alcaraz y Sheffield que quedó chueca.
En la avenida Monterrey ya han pasado las candidatas de los partidos de oposición: Morena y PAN, pero por sobre todo las candidatas del Acción Nacional, porque son más las mantas y las calcomanías que se han puesto sobre esa calle, incluso, sus partidarios han pedido permiso para colocar sus lonas (que después se utilizarán como mantas protectoras en rejas… O casas para perros) dentro de negocios de tlapalería y materia primara para hacer zapato.
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Ángel David recibe con gusto la publicidad que regalan los partidos políticos: mantas, bolsas, plumas y gorras, todo es gratis, pero la inseguridad cuesta tanto que ahora los comerciantes bajan las cortinas de sus negocios más temprano, justo cuando atardece. La seguridad del barrio queda en una promesa de rutina en campaña, después, nada.
En las calles prolifera el rosto de Xóchitl, sonríe a todo el que pasa por fuera de un local de maquinaria para cortar piel. Alejandra Gutiérrez mira en dirección a un horizonte perdido, de perfil, dice: “Vamos con todo por León”. Pero todos en el Coecillo se acuerdan de cuando Paolita Suárez, una de Las perdidas, pidió el voto como candidata del Partido del Trabajo (PT) por el distrito 7 con sus característicos labios carmesí y larga cabellera risada.
“Sí trae mucho movimiento como que jalan mucha gente, aprovechan esa figura pública y jalan mucho conocido” dijo un comerciante del Coecillo
“En general en estos tiempos se ponen un poquito inseguro, ya cuando en esta zona se cierran ya los comercios, se queda muy muy solo, muchos locatarios ya empiezan a cerrar 5:30. En general siempre nos comentan que sí van a traer más presencia policial, pero nada más hacen acto de presencia, nada más dan sus rondines” dijo a la Silla Rota Ángel David
En el jardín de San Francisco, los del Coecillo se sientan a charlar, a refrescarse un poco debajo de la sombra de los árboles; una señora plática con su marido vestida con un mandil de cocina color rosa, con el nombre de Xóchitl Gálvez y con una gorra color azul con el nombre de Libia. Hace calor.
Clemente Reyes sentado a la orilla de una jardinera dice que su cuadra es conflictiva, dice que hace mucho calor, que les cortan el agua desde hace dos meses, pero desea desde el fondo de su corazón, fervientemente, que Morena le de un susto al PAN en las elecciones: “Ahora sí tiene contrincante el PAN me parece que sí le puede dar un susto morena, tiene temor”.
Pero para Clemente todo sigue siendo promesas vagas: “Hablan de los males que nos aquejan, como el agua y el crimen, pero queda en puro hablar, ni hacen nada, no nos dan soluciones, agua, crimen y urbanización…”
Un volante publicitario pisoteado y arrugado sobre el piso, muestra una Claudia Sheinbaum en pose triunfadora. Una comerciante en la esquina de la Monterrey dice molesta: “En vez de andar dando papelitos, deberían de dar un kilo de arroz o una botella de aceite, eso de qué nos sirve”.