León.- A lo largo del presente siglo, el Partido Acción Nacional ha sido el único en el poder en el gobierno estatal de Guanajuato. 4 procesos electorales en los que el blanquiazul, no obstante sus triunfos, ha ido retrocediendo en cuanto a preferencia del electorado, salvo el muy holgado triunfo que logró Juan Manuel Oliva en 2006.
Acción Nacional llegó al poder en Guanajuato en 1991, con Carlos Medina Plascencia, que de alcalde de León pasó al interinato estatal luego de la “concertacesión” tras elecciones en las que el priista Ramón Aguirre Velázquez había obtenido el triunfo legítimo para suceder a Rafafel Corrales Ayala, también del PRI. Al renunciar Ramón a la gubernatura, no se ungió al segundo lugar de la elección, Vicente Fox Quesada, del PAN, pero sí a otro panista.
En la siguiente elección ganaría por fin Vicente Fox, en 1995, y renunció en 1999 para contender en la elección presidencial, que ganó en el 2000. Ramón Martín Huerta cubrió el interinato para el cierre de sexenio.
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PAN en el nuevo milenio
En el 2000, Acción Nacional lanzó como candidato a un joven académico de arraigo en la capital del estado, que acababa de ser rector de la Universidad de Guanajuato y en cuyo periodo la UG logró la autonomía.
Juan Carlos Romero Hicks, entonces de 44 años, contendió ante Juan Ignacio Torres Landa, priista de abolengo, empresario e hijo de exgobernador. La izquierda estaba representada por Miguel Alonso Raya, arropado por el PRD, PT, Partido de Centro Democrático y Partido Alianza Social.
Romero Hicks se alzó con el triunfo, de forma amplia, con 1 millón 4,603 votos, el 53.05 por ciento de los sufragios. “Juani” Torres Landa logró 604,363 votos, o sea el 34 %.
Más abajo quedaron Isidoro Arellano, del PVEM; Juan Enrique Morín, de Convergencia, y María Eugenia Mercade, del PSN, Partido de la Sociedad Nacionalista, negocio efímero pero jugoso de la familia Riojas Simental.
Apareció también en las boletas Juan Manuel Lozano Rodríguez, del PARM, con una inexistente campaña e igual votación, que marcó la última participación en Guanajuato del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana.
El “boom” de Oliva
En 2006, el periodista leonés Juan Manuel Oliva Ramírez abanderó la campaña en la que el PAN iba en mancuerna con PANAL (Partido Nueva Alianza). Tuvo la votación más elevada, con 1 millón 166,820, equivalente al 61.86 por ciento de los votos. Arrasó en las urnas y dejó muy abajo al candidato del PRI, Miguel Ángel Chico Herrera, que obtuvo el 26.21 % con 494,448 sufragios.
Oliva logró que llegaran al Congreso del Estado 23 diputados panistas, además de que 36 alcaldías también fueron para su partido.
Participación decorosa tuvo Ricardo García Oseguera, con la alianza PRD-PT, quien obtuvo 10.82 por ciento de los votos, con 204,143.
2012: candidatura reñida
Entre los precandidatos que buscaban representar al panismo en 2012, surgió el “Pacto de la Loma” como se llamó a la negociación que tuvieron el secretario de Salud federal José Ángel Córdova, el alcalde Ricardo Sheffield, el diputado federal Javier Usabiaga y el senador Luis Alberto Villarreal.
Se decantarían presuntamente por apoyar al médico Córdova Villalobos, que también era apoyado abiertamente por el expresidente Vicente Fox Quesada, pero en las elecciones internas el ganador absoluto fue Miguel Márquez Márquez, quien recién había sido alcalde de Purísima del Rincón, exseminarista y del equipo de Oliva.
En la elección, Márquez Márquez acusó un sensible descenso en los votos captados. Tuvo 4.7 % menos que Oliva y, aunque fue en alianza con el PANAL, recibió 1 millón 111,623 votos, el 48.02 por ciento del total de la votación.
Aquí el PartidoAcción Nacional se vio afectado en representación en el Congreso local, quedando con 19 legisladores, y peor mermado en las alcaldías, pues solamente hubo 25 presidentes municipales de ese partido.
Volvió a participar en esta contienda, por el PRI, el exalcalde de San José Iturbide, Juan Ignacio Torres Landa. Esta vez sus resultados mejoraron, pues conquistó al 40.98 % del electorado, con 948,590 votos para él. Torres Landa fue nombrado candidato priista luego de que la dirigencia de su partido tuviera en la mira a José Ángel Córdova, desechado por el PAN, y quien desde entonces ha cambiado de partidos.
Otro personaje que dio variedad a la contienda fue el perredista Fito Montes de la Vega, viejo político aguerrido en campaña, quien logró 119,244 votos, el 5.15 por ciento, buenos para el Partido de la Revolución Democrática.
Contendió también Ernesto Prieto, actualmente director del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado. Estaba con el Partido del Trabajo y apenas obtuvo 1.24 por ciento de los votos. Hoy está en Morena, también muy cercano a López Obrador y es actualmente uno de los precandidatos de ese partido para el gobierno de Guanajuato, quizás el que mayor posibilidad tenga de lograr la candidatura, pues sus tablas políticas, su trabajo de campo y su cercanía con el mandatario así lo avalan. Tiene mucho arrastre en la zona de Salamanca, donde su hijo César es presidente municipal.
En ese proceso electoral también participó Enrique Eguiarte, con Movimiento Ciudadano, quien no logró ni el 1% de la votación.
2018: Diego en el poder
Secretario de Desarrollo Social y Humano antes de ser candidato a gobernador, Diego Sinue Rodríguez Vallejo tampoco llegó al 50 % de la votación, aunque estuvo cerca. Logró el 49.95 con 1 millón 143,049 votos.
Esto le permitió al PAN tener 23 diputados locales y 27 alcaldes.
En la contienda, Morena había apostado por un personaje muy conocido en el municipio con mayor número de electores. Nombró candidato al exalcalde Ricardo Sheffield Padilla quien, precisamente por conocido, obtuvo el segundo lugar en la votación y alcanzó 553,639 votos, el 24.19 % del electorado. La derrota para Sheffield fue sonora, pero aun así conveniente para Morena, pues logró tener 6 diputados locales y 5 presidencias municipales. Claro que las votaciones son independientes para cada cargo, pero siempre el candidato a gobernador “arrastra” a los aspirantes a otros puestos. El mismo efecto que produjo López Obrador en la elección presidencial.
Lo que viene
Los antecedentes no marcan la pauta que seguirán los próximos procesos, pero permiten ver las tendencias. Aunque en mínimos porcentajes, Acción Nacional ha ido perdiendo ventaja y otros se acercan; si antes era el PRI hoy es Morena.
Los personajes que den la cara por los diferentes partidos también influirán en las preferencias del electorado, por eso es que cada instituto político trata de postular a las figuras con las que la gente esté más identificada; sin embargo hasta ahora es difícil, principalmente para la oposición, tener a alguien que sea conocido más allá de su ciudad de origen.
cv