AGUA POTABLE

Todo este sarro trae el agua de León, y estas son sus consecuencias

Para prevenir daños en las instalaciones domésticas es necesario dar mantenimiento regular, además del uso de algunos productos que evitan sus efectos

El sarro en el agua de León daña los equipos domésticos cuando no hay mantenimiento.
El sarro en el agua de León daña los equipos domésticos cuando no hay mantenimiento.Créditos: La Silla Rota
Escrito en GUANAJUATO el

León.- El agua que distribuye Sapal a través de su red de abastecimiento urbano es totalmente potable, libre de gérmenes y se puede beber con confianza, pero no es tan inofensiva para las tuberías y aparatos domésticos como lavadoras de ropa o calentadores. Su alto contenido de minerales estropea su funcionamiento y las reparaciones suelen ser muy costosas.

El “agua dura” forma una capa que se pega por dentro en los tubos, reduce la presión del agua y acorta la vida útil de los electrodomésticos. Va dejando una fina capa en los lavabos, tapa el cabezal de la regadera y, al lavar el auto, se impregna si no se seca pronto. Asimismo, hay que drenar con frecuencia los calentadores para evitar la acumulación de los residuos sólidos que pueden llegar a reventarlos.

Esta forma (y esa cantidad) resultan cuando se cristalizan los minerales del agua.

En cuanto al consumo humano, los efectos de la alta concentración de minerales como calcio, sodio y magnesio son principalmente en la resequedad en el cutis y en el cabello.

 

Habla el experto

 

Fermín Cruz, fontanero con más de 40 años de experiencia, ha visto casos que van desde simples manchas hasta situaciones extremas, en las que hay que reventar paredes para cambiar tramos enteros de tubería. Según Fermín, hay zonas de la ciudad en las que el agua viene con más minerales, debido al origen de donde se surte cada área.

Al sur de la ciudad, según ha observado, hay más sarro en el agua debido a que se extrae de pozos demasiado profundos.

Y los consumidores se dan cuenta cuando ya están los efectos: “De repente la lavadora empieza a fallar, se tapa la regadera, el agua baja del tinaco apenas en un chorrito, y las llaves gotean”.

Esto sin importar que los usuarios sean muy cuidadosos, pues se trata de los efectos silenciosos y paulatinos del sarro.

Calentador solar inservible como consecuencia del sarro.

Según el fontanero, un calentador de gas que no ha sido drenado y que acumula hasta 2 centímetros de sarro en el fondo llega a gastar hasta el doble de combustible, lo cual obviamente daña de forma considerable el bolsillo de su propietario. Por eso se recomienda drenar cada 3 meses.

También hay que lavar los tinacos por lo menos 1 vez al año, y en ese periodo verá cuánto sarro llega a acumularse en el tanque.

 

¿Y la salud?

 

Para el consumo humano, lo único malo, en principio, es el mal sabor.

Según la Organización Mundial de la Salud, el agua dura no tiene efectos negativos sobre la salud, más allá de lo que puede verse en resequedad de cabello y piel.

Sapal defiende el contenido de  minerales en el agua potable que distribuye en la ciudad.

La OMS defiende que el consumo de aguas duras ricas en calcio y magnesio podría prevenir episodios de osteoporosis y dolencias cardiovasculares. Por el contrario, el consumo de aguas blandas podría ser negativo para el equilibrio mineral de nuestro organismo. Sin embargo, hay que tener presente que estas afirmaciones no están apoyadas en estudios científicos, puesto que los que se han llevado a cabo hasta la fecha no han sido concluyentes en uno u otro sentido.

 

Para evitarlo

 

Existen dos tipos de productos cuando se trata de cómo eliminar el sarro del agua: los que ayudan a lidiar con el sarro, pero no lo eliminan, y los que lo eliminan de raíz.

Los primeros son productos que ayudan a “convivir” con el sarro, se presentan en forma de filtros y se utilizan de acuerdo al lugar en que se desea mejorar la calidad del agua. Uno muy práctico que se coloca antes de la entrada al tinaco cuesta menos de 400 pesos en Home Depot, y tiene un filtro interno intercambiable cada 6 meses.

Asimismo, están unos cartuchos flotadores que se ponen dentro del tinaco y liberan en el agua micropartículas de polifosfato que envuelven los sedimentos, metales y minerales sostenidos en el agua, diluyéndolos hasta un 70% y la hacen mucho más ligera e imperceptible a la salida de las tuberías; asimismo, a su paso por las líneas de agua de la casa, va erosionando gradualmente lo ya existente en las mismas. Cuestan unos 320 pesos en Amazon.

Y para eliminarlo de raíz, por otro lado, están los ablandadores de agua, que se conectan en la entrada principal de la casa y transforman el agua dura en blanda. La transformación se da a través de un intercambio iónico que deja en suspensión el calcio y el magnesio para evitar que se junten y cristalicen. Estos cuestan unos 4,3000 pesos a través de Amazon.

Evitar que el sarro haga de las suyas en la casa será finalmente una victoria, pues el propietario ahorrará tiempo y dinero, además de muchas molestias.

cv

 

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