León-. Una liebre corre entre las jaras amarillas y se pierde entre los arbustos, el Sol está en el cénit, un par de halcones sobrevuelan de lo que es ya una nueva reserva ecológica creada por la Enes Unidad León de la UNAM, proyecto que pretende rescatar el matorral central mexicano, en peligro de extinción.
La nueva reserva ecológica se encuentra al sur de León, a un costado del edificio de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (Enes León). El proyecto ecológico destinó 35 hectáreas que antes eran campos de cultivo de papa que, con el tiempo se tornaron un paraje desolado y desértico. Con el paso del tiempo han retornado plantas y animales autóctonas del matorral.
Aarón Vélez, profesor titular en el área de Ciencias Agrogenómicas y colaborador de los estudios de la zona de preservación de la Enes León explicó que con este proyecto se hará conciencia sobre la importancia de la conservación de los matorrales del centro de México.
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“El Matorral Xerófilo o el Matorral subtropical del Bajío, es un hábitat muy característico del país y que está altamente amenazado porque la región es muy fértil, está amenazado por la presión de la agricultura, la industria, y de la casa habitación, son suelos profundos, arcillosos y fértiles” explicó el académico de la UNAM.
El profesor e investigador de la Enes hizo énfasis en la importancia de restaurar y dedicar zonas para planes de preservación: “Si no destinamos regiones para preservar, un importante número de especies animales y vegetales que se pueden perder dijo Vélez.
“El Matorral subtropical del Bajío es muy diverso hay muchas especies de animales y plantas" detalló Aarón Vélez
El profesor de ciencias informó que el proyecto fomenta labores de educación ambiental, no solo para los estudiantes, sino para las comunidades rurales que viven alrededor del campus y de la zona de preservación, además se realizan actividades con escuelas primarias de la comunidad Los Tepetates con el fin de apreciar la biodiversidad.
Además de restaurar el ecosistema de Matorral xerófilo, se construirá un jardín botánico de agaves, caminos de bicis, senderos con fichas técnicas que informarán sobre la flora y la fauna del lugar.
La zona ya cuenta con vegetación originaria del lugar, como jara amarilla, mezquites y huizaches: “que fertilizan el suelo y proveen de sombra y microclima. Eso permite que regresen otras especies de cactus como el garambullo y una diversidad impresionante de cactáceas, que tenemos en México y en el Bajío que son de una importancia fundamental, ya están regresando después de diez años de sucesión ecológica” explicó el investigador y biólogo.
Académicos de la UNAM en la capital del país como la Unidad de Estudios Superiores Iztacala trabajan en hombro a hombro con la Enes León, en los que participa los académicos Ilane Hernández Morales, Aarón Velázquez y Leopoldo Vázquez.
Profesores y alumnos elaboran una evaluación de la diversidad y abundancia de aves, como un indicador de la salud de la reserva, destaca la presencia de varios depredadores, halcón peregrino, milano, cara cara, tecolotes, explicó Vélez.
En la zona que ya está destinada para la preservación de Matorral central mexicano, dice el académico, se ha detectado la presencia de aves rapaces: “La importancia que estén los depredadores indica que en la cadena alimenticia existe toda la cadena del depredador hacia abajo, indica que hay comida para ellos, y la comida de la comida”.
Aarón Vélez detalló que la zona contiene una riqueza de flora y fauna, diversidad de gorriones en invierno, además de liebre, ardilla y tlacuache (el marsupial mexicano).