Guanajuato.- Decenas de especies habitan en la Sierra Gorda de Guanajuato, los especialistas en monitoreo de estos animales los estudian con frecuencia y registran su presencia, pero hay una especie más “misteriosa” que el resto y es el oso negro.
El oso negro es un mamífero que suele vivir en los bosques y que tiene mayor presencia en las zonas montañosas más alejadas de la civilización. A pesar de su nombre, su pelaje puede tener distintas coloraciones entre las que se encuentran el marrón, gris o canela.
Este animal puede llegar a medir hasta 1.4 metros de largo, el peso de un ejemplar macho adulto es aproximadamente de entre 90 y 216 kilogramos, informa la Semarnat. De acuerdo a un artículo de la UANL (Universidad Autónoma de Nuevo León), es el carnívoro más grande de México después de que en 1964 el oso gris mexicano (Ursus arctos nelsoni) fuera declarado extinto en el país.
El oso negro se encuentra en diversos territorios del México, principalmente en estados del norte como de Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Zacatecas, Sinaloa, Durango, Nayarit, San Luis Potosí y Aguascalientes; pero de manera muy reciente se descubrió el primer - y hasta ahora único - ejemplar en Guanajuato.
Oso negro captado en la comunidad El Charco en Atarjea. (Foto: Copanabis)
En 2018, investigadores de Copanabis (Conservación del Patrimonio Natural para el Bienestar Socia), una asociación especializada en el monitoreo y preservación de la fauna de la Biósfera de la Sierra Gorda de Guanajuato, descubrieron en la zona montañosa del estado un oso negro.
Este avistamiento es único en su tipo, nunca antes se había registrado su presencia en Guanajuato. Los investigadores se llevaron la sorpresa de su existencia gracias a las imágenes capturadas por cámaras de fototrampeo que fotografían movimiento de manera automática.
¿Cómo llegó el único oso negro visto en Guanajuato al estado?
La extraña aparición de este animal despertó cuestionamientos entre la comunidad de investigadores ¿qué hace un oso negro en la Sierra Gorda de Guanajuato? La hipótesis más probable es la migración.
“El individuo que fotografiamos seguramente es un individuo de los que provienen de San Luis Potosí o de Nuevo León que estaba en un proceso de dispersión, o sea moviéndose hacia nuevos territorios y toco la suerte de que pasó por Guanajuato y lo fotografiamos”, explicó Felipe Charre, líder de la asociación, a La Silla Rota
Los especialistas se dispusieron a investigar la existencia de una posible comunidad de osos, sin embargo no encontraron evidencia de más ejemplares.
Moldes de yeso de la huella de oso negro captado en la comunidad El Carricillo en Atarjea. (Foto: Copanabis)
“Son individuos errantes que se desplazan en busca de nuevos territorios y que muchas veces estos movimientos que hacen los osos, son provocados por eventos estocásticos que pasan en sus territorios, es decir por incendios que pasan en Nuevo León”, señaló el investigador.
Esta catástrofe, junto con otras como la sequía, obligan a los animales como los osos a huir de sus hábitats en búsqueda de otros donde puedan estar a salvo y lejos del peligro. En el caso de la sequía se trasladan kilómetros en busca de alimentos al grado de llegar a otros estados. La hipótesis más probable es que el oso negro errante haya pasado por Guanajuato buscando refugio en nuestro estado.
Los investigadores no fueron los únicos que vieron a un oso negro; ese día, pobladores de Atarjea tuvieron a la vista el animal, se cree que pudo haber sido el mismo que captaron las cámaras. En total se tiene evidencia de su paso por tres comunidades del estado: El Carricillo, El Charco y El Durazno.
Es posible también que después se haya trasladado a Querétaro. En el mismo periodo en el que fue visto en Guanajuato, investigadores de la zona de la Sierra Gorda que abarca el territorio queretano vieron un oso negro similar.
Avistamiento en la comunidad El Carrizal en Atarjea. (Foto: Copanabis)
“Los osos se mueven grandes distancias, hay evidencia de que se caminan más de 300 o 400 kilómetros de un lugar a otro. Estos avistamientos en Guanajuato y Querétaro –incluso algunos de la Sierra de Hidalgo - son los registros más al sur que existen o sea no hay osos negros más al sur del continente”, informó Felipe.
El oso que visitó Guanajuato era un individuo adulto con un peso estimado entre 80 y 120 kilogramos, se cree que pudo haber sido macho. Además, las zonas en las que se encontró tenían características de ser bosques con tipos de árbol roble y pino.
Es imposible saber si a nuestro estado algún día llegará otro oso negro o escogerá hacer del territorio guanajuatense su hogar temporal, pero lo que los investigadores de Copanabis concluyen es que, suceda lo que suceda, hay que preservarlo y protegerlo.
Huella en la comunidad El Durazno en Atarjea. (Foto: Copanabis)
PR