Son 20 mil 375 huesos en todo el país.
Desde un humilde regidor en Ixtlahuacan de Los Membrillos, hasta la Presidencia de la República Desde un síndico en el pueblo de Tingüindín, Michoacán, hasta las 128 senadurías, pasando por alcaldías, sindicaturas, diputaciones y gubernaturas.
Cada cargo en disputa, es un pleito.
Cada hueso, es una pelea política, limpia o sucia, transparente o cochina.
Así que se vienen 20 mil 375 pleitos grandes y chiquitos, desde Zacatlán de Las Manzanas, hasta la gubernatura de la Ciudad de México.
Todos los cargos suponen una disputa. Una confrontación de propuestas. Un debate de ideas. Una pelea segura. Una batalla electoral. Una guerra pura, municipio por municipio, regiduría por regiduría, región por región.
México vive este año una jornada electoral intensa.
El próximo 2 de junio se elijen 500 diputados y 128 senadores o senadoras.
Pero además hay en disputa nueve gubernaturas: la Ciudad de México, Chiapas, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz, Yucatán y Guanajuato. Este año salen 9 gobernadores.
Se definen también las presidencias municipales de mil 803 municipios. De ahí salen mil 973 síndicos, y 14 mil 160 regidores, pueblo por pueblo, territorio por territorio.
Cada hueso constituye un pleito. Cada puesto tiene un solo ganador y varios perdedores, así que todo eso genera conflictos y disputas directas y oscuras.
Se viene el espectáculo más sucio y asqueroso del país, como cada 6 años, como cada 3 años: acusaciones de corrupción, escándalos personales, agresiones, difamaciones, golpes bajos, patadas bajo la mesa, ataques directos, denuncias anónimas, mentiras y trampas. Un auténtico cochinero que se replica en 20 mil 375 cuadriláteros por todo México.