¡Tenemos candidata! Ha sido anunciada una nueva candidata que ha sido elegida.
Será presentada a la gente mañana domingo 3 de septiembre, en el monumento al Ángel de la Independencia y pronunciará su primer discurso a los millones de mexicanos que se inscribieron en el proceso de selección del Frente Amplio por México. Pero, sobre todo, Xóchitl Gálvez, representa la ilusión para millones de mexicanas y mexicanos que de verdad ven en esta mujer la posibilidad real de ganar las elecciones del 2024 y restaurar la paz y la vida democrática en México.
No hace mucho, más bien muy pocos días, tan solo poco más de 60 días que los mexicanos no teníamos ninguna opción verdadera para hacer frente al déspota mandatario López Obrador y su movimiento de la $4T. Sí, un movimiento impulsado por el estímulo perverso del dinero público, a una supuesta transformación social que no ha sido otra cosa, que corromper aún más a los pobres de México y cooptarlos con programas asistenciales a familias enteras, que se componen de individuos con diferentes problemáticas personales y sociales.
De tal suerte que la resurrección, me refiero a la vuelta a la vida de una sociedad de clase media y alta, también muchos pobres, que se encontraban muertos en vida sin tener una opción real de cambio político, hoy en tan sólo dos meses y días, han encontrado en una mujer de origen humilde, llena de ímpetu para aspirar salir adelante de la pobreza y convertirse en un claro ejemplo de éxito de movilidad social, renovando la actividad de una comunidad decaída y sin rumbo.
La sociedad mexicana se encontraba decaída física y moralmente, ante el autoritarismo del actual gobierno de izquierda, que convirtió al país entero en un cementerio, donde no solamente los depósitos humanos se han vertido ahí con tal crueldad, como nunca antes en la historia moderna un sexenio había tenido una taza de mortandad producto de la criminalidad desbordada y solapada por la propia autoridad federal.
Hoy la sociedad civil se levanta de nuevo, resurgiendo una vez más de la mano de un proceso ciudadano inédito, que en verdad contó con la participación activa de la ciudadanía para elegir al candidato o candidata de su predilección y para sorpresa de todos, ante la mirada atónita de millones de mexicanos, vimos crecer la figura de una mujer que no solo se enfrentó, sino que confrontó al déspota presidente, exhibiéndolo en reiteradas ocasiones, sin poder doblegar a la folclórica aspirante.
Si bien es cierto que el proceso de selección del candidato (a) del Frente Amplio por México, no fue perfecto y claro está, pudo ser mejor, el resultado final ha sido un éxito al ver una gran final de dos mujeres muy distintas en cuanto a sus historias de vida profesional y política, exponiendo sus ideas y puntos de vista con respecto a su visión del México actual, definiendo la contienda una encuesta que nunca fue cuestionada por nadie, mucho menos por algún participante.
El cambio, en todos sus diversos aspectos, parece ser una característica de nuestro tiempo. Sobre todo, en el plano político, la realidad presenta una compleja y variada serie de fenómenos nuevos que hay que estudiar, comprender y sobre todo interpretar. En consecuencia, cambio y continuidad parecen haberse convertido en discursos centrales de la reflexión política en cuanto a la conveniencia de los actores, sin embargo, la última palabra la tiene el pueblo.
En un país paralizado por el miedo y la escasa cultura política de la mano de la poca participación ciudadana. Hoy resurge derivado del hartazgo de quien ejerce el poder de forma totalitaria y autoritaria, donde el cambio político se nutre de la beligerancia que ha mantenido el poder, sometiendo al pueblo a grotescas sesiones diarias de mentiras y excesos, que han logrado el despertar a la clase media. De la mano de una candidata ciudadana el futuro se vuelve lleno de esperanza.
¿No cree usted?
Dr. Carlos Díaz Abrego