Es el mismo camino.
La ruta empieza con el deseo de ser gobernador de Guanajuato.
La segunda parada es crear un pleito al interior del PAN.
El tercer paso es perder la elección interna del blanquiazul.
Y la cuarta y última parada es irse como candidatos del PRI o de Morena, siendo aplastados en las urnas.
El camino está construido.
Lo recorrió por primera vez Eliseo Martínez en el año 2000. Eliseo provocó un cisma en el PAN y terminó de candidato del PRI. Después fue aplastado en las urnas y muchos de sus seguidores quedaron en el desamparo.
Ese camino lo volvió a recorrer José Ángel Córdova en el 2012. Provocó un pleito al interior del PAN y terminó como candidato del PRI. Fue aplastado en las urnas.
Y lo hizo una vez más Ricardo Sheffield en el 2018. Quiso ser candidato en el PAN y terminó como candidato de Morena, siendo aplastado en las boletas 2 a 1.
Lo que pasa es que antes la opción era irse al PRI y ahora la opción es irse a Morena.
Tal cual lo está haciendo Alejandra Gutiérrez.
Ella está recorriendo el mismo camino y hay que ver si llegará hasta el final, que sería irse a Morena. Ahora ha quedado claro que sí ha habido invitaciones de Morena.
Morena compra todo. Sea bueno o sea malo.
Acaba de comprar al diputado federal Justino Arriaga y no tarde en presentar a los nuevos chapulines del PAN que están a punto de cambiarse de camiseta. También acaba de comprar a Bárbara Botello, la ex presidenta de León que tuvo problemas con la justicia.
Lo interesante es ver los perfiles de los caminantes de esa ruta.
Tanto Eliseo, como Córdova, como Sheffield, tenían un perfil muy similar. Ilusos que creían tener el respaldo popular y que creían ser ellos más importantes que la institución. Ambiciones personales por encima de los proyectos de grupo. Decía Manuel Gómez Morín: “Que no haya ilusos para que no haya desilusionados”.
Así le está ocurriendo exactamente a Alejandra Gutiérrez. Ella cree que merece ser gobernadora, como Eliseo creía debía ser gobernador, como Córdova y como Sheffield, todos creían ser especiales y merecedores del cargo más alto de Guanajuato.
Pero una cosa es lo que uno sueña y otra cosa lo que es posible o no.
Alejandra Gutiérrez ha dicho que ella seguirá hasta el final “tope donde tope”. Habría que ver lo que significa “tope donde tope”. Antes, el tope era el PRI. Ahora el tope es Morena.