OPINIÓN

Sociedad sin rumbo y sin sentido

Es increíble el conformismo que hoy tienen los mexicanos, al situarse como simples espectadores de las barbaries que vivimos semanas con semanas, incapaces de salir a la calle en solidaridad con las familias de las víctimas

Escrito en GUANAJUATO el

Estamos a merced del crimen organizado. No lo creíamos, nos lo dijeron cientos de veces. Si llega López Obrador al poder, el país transitara al caos, la anarquía y la violencia sin igual. Ya es demasiado tarde, sin embargo, la sociedad sigue esperando quién sabe qué cosa, para entender que nadie, absolutamente nadie nos va a ayudar a salir del bache y de la espiral de sangre y muerte que semana con semana vivimos los mexicanos.

Si creemos que lo visto en San Luis Potosí, en un restaurante de comida rápida a un joven dependiente que atiende a personas que asisten al lugar a consumir es un hecho aislado y que no se puede repetir en otro municipio, estamos muy equivocados. Bribones y ventajosos que hacen sentir su fuerza e ira contra inocentes, los hay en todo México. Si pensamos que en León, Guanajuato sólo se agreden salvajemente a mujeres que transitan camino a sus trabajos y encuentran la muerte a manos de dementes, es un error.

Así como también, si ilusamente creemos que nuestros jóvenes están a salvo por no vivir en Lagos de Moreno, Jalisco y, por consiguiente, estarán exentos de caer en las garras del crimen organizado que secuestra, tortura, mata, hace pedazos y barbaridades impensables. Estamos muy equivocados. El crimen organizado está en todo México, en todas partes y cohabita con todos nosotros día con día, sin tener idea que ese señor, señora e hijos, forman parte de esos miserables que tienen en un puño al país entero. 

Ya lo he expresado muchas veces, pedimos auxilio a quienes nos tienen condenados y atrapados en esta locura de sociedad sin rumbo y sin sentido. Son ellos, la misma autoridad, el gobierno que hoy nos representa en el ámbito federal y en la mayoría de los estados del país, me refiero al partido MORENA y a su máxima figura que representa la supuesta 4T, el presidente Andrés Manuel López Obrador, el creador de este sin vivir de millones de familias mexicanas, a merced del narcotráfico. 

Es increíble el conformismo que hoy tienen los mexicanos, al situarse como simples espectadores de las barbaries que vivimos semanas con semanas, incapaces de salir a la calle en solidaridad con las familias de las víctimas, dejando en soledad aquellos mexicanos que, en lo local, sienten y sufren la tragedia del horror que se vive en sus municipios. El conformismo se ha convertido en indiferencia y peor aún, en lo cotidiano y normalidad del salvajismo social. 

Estúpidamente pedimos ayuda, aquellos mismos que nos han llevado a la inhumanidad que hoy vivimos. Solicitamos al mismo autor intelectual de nuestra pena social, al presidente de México, auxilio y justicia, al justiciero que ha convertido a la sociedad en un cementerio inacabado de muertos y víctimas que claman justicia y piedad, cuando solo encontramos chistes de mal gusto, en la comodidad de Palacio.  

Mientras tanto, los partidos políticos en lo suyo. Administrando sus miserias y proyectando de qué manera irrumpen en la frágil idea de un Frente Opositor “ciudadano” para torpedear a la candidata sin partido y así, imponer los aparatos de partido lo único que saben hacer, manipular y acarrear a sus simpatizantes para que voten por el candidato del PRI o del PAN y no perder el margen de operación de poder en los subsecuentes puestos de elección popular. 

Eso sí, incorporar a nuevos personajes de la telebasura a las filas del PAN, aprovechando la localía del boom del personaje de moda de la semana, para que la Wendy se convierta en el fichaje de lujo del barrio bravo del Coecillo y contribuya a fortalecer el pensamiento doctrinal de Acción Nacional y ser un referente nacional para millones de jóvenes en el país. No cabe duda, que somos una sociedad sin rumbo y sin sentido. 

¿No cree usted?

Dr. Carlos Díaz Abrego