El 2 de junio del 2024 los mexicanos elegiremos nuevo presidente de la república. Para ser precisos, justamente para estas fechas, ya conoceremos quién regirá los destinos del país para los próximos seis años, hasta el 2030. Sin duda alguna, la incertidumbre se centra en saber qué hará la raquítica y dividida oposición, en el sentido de si conformaran un bloque y presentan unidos un solo candidato o bien, cada quién presentará su oferta electoral para luchar contra él candidato o candidata del partido en el poder, Morena.
Ya todos sabemos que López Obrador y su partido, cuentan con un variado abanico de candidatos para suceder al autoritario mandatario tabasqueño. Por más que se quiera decir y, sobre todo, manipular a la ciudadanía en el sentido, el que elija AMLO será el próximo presidente de México, la verdad es que ninguno de sus llamadas “corcholatas” cuenta con el atractivo suficiente para calar hondo en la preferencia de la gente. Lo que pasa, es muy sencillo de entender, la clientela de Morena está muy determinada y son ellos, únicamente ellos, los que votaran por el partido en el poder.
Por otra parte, como hace casi seis años y siempre se dice lo mismo, con respecto a lo que pueda proyectarse electoralmente la elección del Estado de México, a las elecciones presidenciales del año entrante, dando por hecho que quien gane el EDOMEX gana las elecciones generales, hay que recordar que, en ese entonces, gano el PRI y en las elecciones del 2018 ganó Morena. Por lo tanto, esa ecuación de proyección absoluta no es tan cierta y acertada. Si bien es verdad, que en este momento la condiciones político-electorales son favorables a López Obrador y su partido, todo puede suceder.
En la jornada electoral del 2 de junio del 2024, también se elegirán 128 senadores y 500 diputados federales, así como se renovarán nueve gubernaturas y 30 congresos locales. Se estima un padrón electoral de casi 95 millones de electores. Las entidades para cambiar de titular del ejecutivo, se encuentran la CDMX, Chiapas, Puebla, Veracruz, Tabasco, Jalisco, Morelos, Yucatán y Guanajuato. Los cinco primeros estados gobernados por Morena, uno, por MC, uno por el PES y dos por el PAN.
En el caso de Guanajuato, por más que se intenta influir en el ánimo colectivo del electorado, por medio de diversas encuestas que paga Morena o sus respectivos candidatos o candidatas a contender, generando duda que el PAN, pueda perder la elección para gobernador, eso no es verdad. Aún le alcanza perfectamente a Acción Nacional, ganar una nueva elección, mientras Morena no cuenta con una base suficiente electoralmente para desplazar a los azules. Sin embargo, si se percibe una caída del panismo en alcaldías y en el congreso local.
Volviendo con la elección presidencial, a un año de llevarse a cabo los comicios, la oposición política sigue perdiendo tiempo muy valioso, con respecto a quien será el abanderado presidencial, que de manera seria pueda competir y ser una opción real que enfrente a Morena. Sin importar un ápice el pueblo, la mezquindad de todos los partidos políticos que constituyen la oposición en México, solo piensan en sus intereses, dejando a un lado lo fundamental, derrotar a López Obrador y su partido. Los ciudadanos de clase media y alta están desprotegidos y a expensas de lo que hacen o dejan de hacer los facciosos políticos que componen la oposición.
Está más que demostrado, que la única forma de derrotar a AMLO y a Morena, es salir a votar masivamente. Entre más votos a favor del candidato o candidata de la oposición, habrá posibilidades reales de triunfo. Entre menos gente salga a votar, las posibilidades de Morena y sus candidatos, serán mayores. Por lo que la elección del 2024 está en las manos del pueblo, como siempre, no hay duda.
¿No cree usted?
Dr. Carlos Díaz Abrego