A una semana de haber escrito “La última oportunidad para la Industria leonesa del Calzado”, confirmo lo importante que me resulta escribir para visibilizar y dar voz a temas que me dan sentido existencial, me significan y quiero impulsar, para vivir el ideal de una sociedad más justa y con más equidad. Tristemente algunas personas desisten porque lo consideran utópico, pero, ¿qué sería de la vida y de quienes damos lucha social por aquello que mueve a nuestro corazón, si no nos atreviéramos a hacerlo…?
América Latina ha castigado fuertemente a todas las personas disidentes de la heteronorma social. ¿A qué me refiero con “heteronorma”?... Bueno, “heteronorma” hace referencia a la sociedad que ha normalizado como regla cultural, a que exista solo una orientación sexual permitida y aceptada, que es que las personas solo puedan sentirse atraídas sexual y afectivamente por el sexo opuesto, es decir, que solo pueda considerarse “normal” ser heterosexual, y que, además, deban cumplir con estándares tanto hombres como mujeres, por ejemplo, como el de llegar a determinada edad en la que hay que “cumplir” con casarse, para después, “realizarse trayendo hijas e hijos al mundo”.
Pareciera que, en realidad, no estoy diciendo nada nuevo. “Pareciera que ya hemos avanzado mucho”. Pero… ¡Falta tanto! ¡Falta muchísimo! En México aun falta mucho conocimiento del tema, mucha sensibilización y generación de conciencia. Los derechos humanos nunca están a consideración, pues de haber sido así, Hitler bien habría podido seguir con sus ideas genocidas y racistas para con judías y judíos. En Estados Unidos aun seguiría existiendo la permitida y normalizada diferenciación de uso de WC’s para personas afroamericanas, o en México y el mundo occidental, las mujeres seguirían teniendo restringido su derecho al sufragio.
¡Ideas equivocadas por no decirlo de otra manera que estaban justificadas en la ignorancia y en el desconocimiento que terminaban por lacerar tremendamente discriminando!
Y amigas y amigos, la discriminación es eso: Pura basura. ¿Han visto la película “El Juego Perfecto” referente a los niños de Monterrey basada en hechos reales que en 1957 hicieron a México campeón en la serie infantil de beisbol de Estados Unidos?, me encanta que ahí una iglesia afroamericana que ayudó al equipo infantil mexicano dice eso, “¡La discriminación es pura basura!” … Simple, pero ya se me hizo escribirlo igual de sabroso que en esa película lo dijeron, pero para entenderme tienen que verla…
Ahora tal vez se pregunten “¿A dónde vas o quieres llegar, Ricardo?” …Juro que esta columna querría y podría escribir un posicionamiento como los que he hecho en el Congreso del Estado de Guanajuato, desde la Secretaría Estatal de Igualdad y Defensa de la Diversidad que del Partido Verde en Guanajuato encabezo. Sin embargo, para eso, esta ocasión les compartiré el link Posicionamiento iniciativa Ley de Diversidad Sexual de una de las ocasiones que ahí hemos estado, para entender lo que ahí hemos dicho y seguiremos visibilizando ante el poder de estado responsable de legislar y de crear las leyes que nos deben proteger y dar garantías a todas las personas.
Pero apreciables lectores, no. Esta vez no. Hoy quiero salirme de la “caja” de una columna técnica, y darle voz a otra realidad más íntima, y entendida por el corazón humano.
¿Ustedes han vivido o conocido de cerca el caso de dos personas del mismo sexo que se aman pero que por miedo o prejuicios se dicen adiós? Lean bien, ni siquiera metí a terceros. A veces los prejuicios se internalizan tanto, que hoy en día el verdadero problema es que hay personas que se evitan estar con quien quieren estar en realidad, porque simplemente no pueden aceptar quienes son.
Es cierto también que los “amores prohibidos” no están limitados a una orientación sexual o a razón de identidad de género… Pero la pregunta es: ¿Conocen con cuánta frecuencia se dan hoy en día por miedos y prejuicios sociales “amores prohibidos” entre personas homosexuales?
En 2022, la Encuesta Nacional de Diversidad Sexual y de Género reportó a través del INEGI que en Guanajuato 227,000 personas a partir de los 15 años de edad se asumieron no heterosexuales… Y eso, solo quienes se atrevieron a responder en una encuesta su verdadera y asumida orientación.
Eso quiere decir, que en Guanajuato el 4.9 % de la población del estado, aproximadamente, hoy asume públicamente quién es, por quién se siente atraída, y a quién ama o podría amar.
El problema son todas las personas que aún están invisibilizadas en el clóset, o tal vez mejor planteado, el verdadero problema, es a quienes como sociedad todavía tenemos escondidas en él.
Y eso es a lo que quería llegar, y ya llegué. Hoy quiero puntualizar y dejar atestiguado como psicólogo con actividad política de manera escrita, que, la orientación sexual disidente de la heterosexual (quienes son por ejemplo homosexuales, lesbianas, o bisexuales) que permanece oculta, representa un serio problema de salud pública. Está documentado que muchas de las personas homosexuales que no asumen su libertad para ser y para amar, terminan presentando síntomas de depresión e incluso indicadores de ideación suicida.
¿Pero por qué tengo que justificar un problema de salud pública con diagnósticos de ansiedad, depresión o de riesgo de suicidio? ¿En verdad tenemos que llegar a eso?
¡Ya es un problema de salud pública que en pleno Siglo XXI las personas no puedan ser felices! ¡Ya es un problema de salud pública que las personas deban irse de sus casas o alejarse de sus familias o incluso dejar sus ciudades o el país por no poder asumir su orientación sexual! ¡Ya es un problema de salud pública que no existan políticas públicas para sensibilizar a las familias para ser el entorno más seguro si en su hogar existen seres humanos que pertenecen a la población de la diversidad sexual!
Hoy, en León y en Guanajuato, existen madres y padres de familia que niegan a sus hijas e hijos, o que, “hacen como que no saben cuál es su orientación sexual”. Hoy, el Congreso de Guanajuato eligió a la diputada Cristina Márquez como Presidenta del Congreso, quien en dos legislaturas consecutivas ha sido pagada por los impuestos con que contribuimos todas y todos los guanajuatenses, incluyendo homosexuales como yo, y quien, jamás se ha abierto a legislar con perspectiva integradora e inclusiva, de derechos humanos.
Hoy existen jóvenes en otras partes del mundo viajando, haciendo creer a sus familias que lo hacen “porque es lo de hoy y lo de esta generación”. Pero no, en realidad lo hacen porque en sociedades donde a pesar de que nadie les conoce, les aceptan con mayor naturalidad cuando muestran sus sentimientos y su naturaleza, y hay que recordar eso, se dice orientación sexual, no preferencia sexual, pues no es algo que se elija.
Hoy existen personas confesando una y otra vez a sacerdotes, que “pecaron” por vivir su sexualidad y por haberse enamorado de una persona de su mismo sexo, aumentando y haciendo eterna la carga psicológica de que ser quien es, es “sucio” o “enfermo”.
Como profesional, como político, y como persona me duelen todas las historias que no han podido ser, por miedo. No hay emoción humana más limitante y que agreda tanto al derecho humano a la libertad, como el miedo.
El amor no es para vivirse en secreto, y por tanta ignorancia y discriminación existen amores así, secretos…
Por tanto, me quiero dirigir a:
Las personas que no se aceptan, y, solteras, comprometidas o casadas, tienen historias homosexuales o bisexuales ocultas, donde lastiman a dos partes: Sus parejas o familias en el caso de tenerlas, así como a la persona homosexual con quien sostienen una relación y a quien someten a vivir en la sombra ese vínculo y todos esos sentimientos compartidos, pasando por alto que él o ella ya atravesó un proceso de dolor, que ya había trascendido en el pasado.
También, me quiero dirigir precisamente a quienes son abiertamente homosexuales, y tienen que conformarse con ser “un secreto”, viviendo vínculos que les lastiman, desde retos y obstáculos que ya no les pertenecen, teniendo que enfrentar las consecuencias y circunstancias del miedo, un miedo que ya no es suyo.
Y, por último, me dirijo a la sociedad que sigue generando que ambos casos existan: Quienes tienen que esconderse, y quienes tienen que conformarse dolorosamente amando en la sombra, a quienes no logran salir.
Dijo alguna vez el gran Pepe Mujica, ex presidente de Uruguay, que los estados del mundo tienen una obligación filosófica trascendental, y es garantizar la felicidad de los pueblos. Qué lejos estamos en Guanajuato de una perspectiva de derechos humanos y justificada en verdades ineludibles sociales, científicas y jurídicas.
Y eso, nos obliga como sociedad a tomar nuestra respectiva responsabilidad. Nadie tiene la autoridad para limitar historias, ni para llevar al posible exilio la oportunidad de que alguien pueda asumir su orientación, cuando esta no sea heterosexual.
AMOR ES AMOR, y no tiene por qué ser lastimado o discriminado.
Ser, no debe tener razón para doler.
*Psicólogo y luchador social.
Secretario Estatal de Igualdad y Defensa de la Diversidad, del Partido Verde en Guanajuato. Twitter, Facebook e Instagram: @garciaricardomx
Consultor organizacional, director de TRANSFORMA Consultoría. Facebook e Instagram: @capacitacion.transforma