Un nuevo líder del magisterio se ha forjado en Guanajuato, Juan Rigoberto Macías Vidales, quien ha sido electo secretario general de la sección 45 del SNTE. Para entender la trascendencia del hecho, me permito presentar algunos breves antecedentes.
Una de las llamadas reformas estructurales impulsadas por el entonces presidente Enrique Peña Nieto fue la reforma laboral. El 24 de febrero de 2017 fue adicionada una fracción XXII-Bis al artículo 123 constitucional. Esta nueva fracción contiene la norma de que la elección de los dirigentes de los sindicatos sea a través del voto personal, libre y secreto de los trabajadores.
Esta disposición constitucional termina con largas tradiciones sindicales en México de votaciones indirectas y a mano alzada que, por lo mismo, eran elecciones controladas al temer los votantes las represalias por parte de los dirigentes que pretendían ser reelectos. Eso permitió que en la CTM y otras centrales de trabajadores se formaran liderazgos sindicales prácticamente vitalicios e, incluso, hereditarios, como monarquías chiquitas.
En el caso del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación se trataba de una elección indirecta. Los trabajadores acudían a una asamblea delegacional, y ahí elegían a uno o dos delegados, normalmente el elegido era el secretario general de la delegación. Luego, los delegados electos en cada delegación se reunían en asamblea seccional y entre ellos elegían a la nueva dirigencia de la sección correspondiente.
Refiriéndonos a Guanajuato, los maestros estatales están agrupados en la sección 45, mientras que los federales lo están en la sección 13. Pues bien, este jueves, por primera vez, se hizo efectiva la fracción XXII-Bis del 123 constitucional y, por lo tanto, los docentes de ambas secciones acudieron a emitir su voto para elegir a su dirigencia seccional. En esta ocasión sólo me refiero a la sección 45.
Se inscribieron tres planillas. La Blanca, encabezada por Rigoberto Macías, obtuvo 11,053 votos, que representan el 59.9 % de la votación. Este porcentaje da una enorme legitimidad al profesor Rigoberto, quien llega con una fortaleza derivada de años de trabajo sindical y de las virtudes personales del nuevo dirigente: la constancia y la entrega a las causas del magisterio figuran entre las principales.
El ya dirigente de la Sección 45 es apreciado por los maestros por su sencillez, don de gentes y disposición a ayudar. En la Escuela Normal Oficial de León, de su época de estudiante, lo recordamos como un alumno muy responsable y participando en las actividades culturales de danza y de canto, así como en los deportes, principalmente en el futbol. También como presidente del Consejo Estudiantil de la Normal.
Esto ya nos habla de una persona que desde muy joven se distinguió por participar con entusiasmo en las actividades de la comunidad educativa y en la política estudiantil, al mismo tiempo que todos apreciamos su simpatía y sencillez, virtudes que ha conservado y cultivado como docente de educación básica y como dirigente del sindicato de maestros.
La elección ha sido histórica. Es una nueva etapa del SNTE en Guanajuato, sin duda. Con una dirigencia electa por el voto directo de los trabajadores; con un triunfo de casi el 60 %, que habla de la confianza y respalda hacia la nueva dirigencia, y con un líder que conoce lo que le duele al magisterio, que tiene la sensibilidad para dirigir con acierto a sus compañeros y que ha demostrado ser un hombre de honradez a toda prueba. Enhorabuena para los maestros estatales de Guanajuato.