León-. “¡Pasen! ¡Pasen! ¡Asómbrense con la impresionante mujer lagarto!”. Así anunciaban a una de las atracciones especiales en la Feria de León hace algún tiempo, los leoneses todavía tienen nítida la imagen de aquella rara mujer sumida en el agua de una pecera.
Todavía hay quienes recuerdan a la mujer lagarto que era anunciada como una rareza de la naturaleza, y en el mismo lugar, entre otros especímenes, que se encontraban dentro de una carpa: un pollo con dos cabezas, una serpiente con el hocico abierto, también con un par de cabezas.
Al fondo, dentro de esa carpa, luego de un paseo en el que los curiosos podían apreciar organismos con protuberancias considerables, estaba ahí la razón de la paga del boleto: una mujer con el cuerpo de un cocodrilo y la cabeza su única parte humana.
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La mujer llamaba la atención, asombraba a los más ingenuos, sobre todo a los niños, recordó Gabriela: “Siempre que iba a la feria iba a eso me encantan los fenómenos”.
La mujer lagarto estaba al fondo, dentro de una pecera, no hablaba como un ser humano, solo movía la cabeza y hacía ruidos guturales con la boca, sin embargo, respondía a las preguntas que cada visitante le hacía.
Con el paso del tiempo la mujer lagarto dejó de ser una atracción principal y un día ese zoológico de especímenes raros dejo de ponerse en la Feria de León.