León.- El comedor comunitario “Por Amor”, que inició con la pandemia de COVID, pide apoyo con donativos en especie para seguir ayudando a personas en situación vulnerable.
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Marisela Martínez, encargada del comedor comunitario, platicó con La Silla Rota sobre su situación.
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Explicó que debido a la reciente jornada electoral, una de las empresas que les ayudaba con donativos de comida les avisó el jueves pasado que ya no iban a poder darles el apoyo que les han brindado hasta ahora.
“Las empresas fuertes que hacían fuerte este capítulo empezaron a quitar los apoyos por toda la cuestión electoral”, explicó, sin especificar a qué empresas se refiere.
Explicó que por semana cocinan entre 150 y 225 comidas para adultos mayores y personas en situación de calle, por lo que requieren de varios kilos, especialmente de verdura.
“Todo lo que es verdura. Papa, jitomate, cebolla, y pollo. Aquí se cocinan diariamente 10 kilos de frijol, 10 de arroz, 35 kilos de carne y lo ponemos con papa, calabaza o chayote. Lo vamos variando para que rinda”, explicó.
Por lo que las verduras son una parte muy importante para continuar con su labor, ayudando a personas en situación vulnerable en León.
Agregó que para todas aquellas personas que quieran ayudar al comedor, pueden hacerlo desde cantidades pequeñas
“Todo granito de arena sirve. Aquí se requieren cantidades muy altas, porque son 200 personas, pero lo que caiga, de poquito en poquito, hace que podamos seguir adelante para que este comedor no se cierre”, comentó.
Para todos aquellos que quieran apoyar, pueden dejar sus donativos directamente en el comedor “Por Amor”, en López Mateos 342, esquina con calle Libertad, en el centro de León.
Más que un plato de comida, una nueva oportunidad
El comedor comunitario “Por Amor”, abrió sus puertas en 2020, debido a la pandemia. Y desde hace 4 años ha estado ayudando a adultos mayores en situación vulnerable y personas en situación de calle.
Abre de lunes a viernes de 8:30 de la mañana a 3:30 de la tarde.
Uno de los trabajadores del comedor compartió que se dedica a recolectar PET y al principio llego como uno de más de sus comensales, por un plato de comida.
Pero terminó quedándose a ayudar en la cocina.
“Gracias a Dios y a ella (Marisela) tengo una oportunidad: tengo trabajo y también una casita”, comentó.
MM