León.- Un vecino de la comunidad de Duarte, al oriente de León, se llevó un terrible susto cuando llegó el paquete que él esperaba, pero cuyo contenido no correspondía a lo que poco antes había encargado por internet: en lugar de un teléfono celular, le llegó una granada de fragmentación.
El artefacto explosivo, de aspecto deteriorado y con la espoleta aún puesta, venía en una caja de cartón donde supuestamente llegaría un celular por el cual el afectado ya había hecho el pago correspondiente.
El vecino dejó la caja con todo y el explosivo en la calle, resguardó a su familia dentro de su casa en la calle Arroyo Blanco casi esquina con La Luz y llamó al 911. Eran aproximadamente las 11 de la noche de este lunes 21 de agosto.
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El jefe de familia esperó con angustia a que llegaran policías y más tarde también acudieron elementos del Ejército para hacerse cargo. Los militares revisaron el artefacto y lo aseguraron para eliminar cualquier riesgo a la población.
Los datos del remitente se desconocen, pues la transacción hecha mediante redes sociales no aporta garantía de identidad de ninguna de las partes y puede poner en peligro a alguna de ella, como en este caso sucedió con el fallido comprador, quien no obstante resultó ileso al igual que su familia.
Dos problemas agudos
La mañana de este 22 de agosto, en la conferencia mañanera, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, señaló que Guanajuato está entre los estados con mayor numero de decomiso de artefactos explosivos, con 664 piezas, tan solo después de Michoacán, donde se han asegurado 1411. Se trata de datos acumulados durante el presente sexenio.
Son empleados principalmente por integrantes de la delincuencia organizada. En patrullajes por las carreteras estatales, las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado han sido las principales encargadas de estos decomisos, principalmente en la zona Laja-Bajío.
Otro problema que aqueja a los guanajuatenses es el derivado de ventas en línea que se concretan a través de redes sociales. Principalmente en grupos de Facebook, en tratos de particular a particular, se ofrecen desde accesorios, hasta vehículos, pasando por ropa, muebles, equipo táctico militar y cosméticos.
Mientras en páginas establecidas como Ebay y Mercado Libre existe un respaldo tanto para los clientes como para los vendedores, en los acuerdos entre particulares es latente el riesgo y por eso también son frecuentes las denuncias públicas a través del mismo Facebook sobre vendedores que engañaron al cliente, o viceversa. La principal recomendación que dan los expertos es inspeccionar los artículos antes de comprarlos y solamente ofertar a vendedores locales para establecer como punto de encuentro un lugar público, preferentemente un área bien iluminada y durante el día.
Otra elemental es verificar el perfil del vendedor: es vital consultar la página de información del vendedor, si no se ve una imagen de perfil, un banner o un listado de lo que ha vendido en Marketplace, lo más seguro es que sea falso y se trate de una estafa
cv