León.- Víctor Manuel Durán Ramírez fue desde su infancia un leonés destacado: formó parte de los “Niños Viles”, como se autonombraban los integrantes del famoso coro Voces Infantiles de León (VIL), un grupo que, bajo el mando del profesor Filiberto Ramírez Puente, llegó a presentarse en los principales foros de la televisión nacional, desde el programa de Chabelo hasta el de Jorge Saldaña, sin faltar Raúl Velasco o Guillermo Ochoa.
Pero luego de esa temprana trayectoria artística, Víctor Manuel despuntó en el área científica. Estudió ingeniería electromecánica en el Tecnológico de León, donde adquirió los conocimientos necesarios para comenzar a trabajar en el diseño e instalación de sistemas de refrigeración industriales y domésticos, pero su gusto e inquietud por la ciencia lo motivaron a realizar sus estudios de posgrado en el Centro de Investigación Óptica (CIO), bajo la dirección del doctor Daniel Malacara Hernández, una reconocida autoridad internacional en el campo de la óptica.
En el 2004 obtuvo su grado de doctor en Ciencias Ópticas con líneas de investigación en óptica geométrica y el trazo de rayos sistemas complejos.
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Con su amplia trayectoria, el doctor Víctor sabía de la importancia de trabajar en equipo en el desarrollo científico. En 2005 se integró como profesor investigador del Centro Universitario de los Lagos, de la Universidad de Guadalajara, siendo responsable del cuerpo académico Fotónica y Materiales, donde se produjeron grandes proyectos que le valieron su reconocimiento como integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), desde el 2006.
Colaboraba con otros investigadores del Centro Universitario de los Lagos y juntos desarrollaron importantes investigaciones como la de “Láseres pulsados de fibra óptica: aplicación a micromaquinado”.
El espíritu científico que lo distinguía, lo llevó a compartir sus conocimientos en congresos nacionales e internacionales; a formar investigadores al dirigir tesis de licenciatura y posgrado.
Al doctor Durán Ramírez le gustaba “ir más allá de las teorías y los diseños”, como él mismo lo expresó en una entrevista para Radio Universidad. Además de disfrutar de su trabajo como investigador, buscaba que sus hallazgos se pudieran apreciar en la realidad y en aplicaciones prácticas, funcionales y directas que ayudaran a solucionar alguna problemática de la región. Por eso y más será recordado como un brillante investigador y un gran ser humano, de espíritu generoso y amante de la belleza. Además, gran aficionado del equipo León.
Su curiosidad genuina por la creación y divulgación científica queda plantada en cada una de las personas que tuvieron la oportunidad de trabajar con él y en toda su aportación a la producción científica y académica.
Una década atrás había resurgido el proyecto de los “Niños Viles”, aunque ahora se harían llamar “Voces Varoniles de León”, aunque por cuestiones laborales Durán Ramírez no pudo incorporarse a los ensayos, pero siempre era bien recordado por aquella voz bien educada y entonada.
Víctor Manuel falleció en Lagos de Moreno el pasado 4 de julio, a la edad de 55 años.
Descanse en paz.
(El texto forma parte del homenaje brindado por el Centro Universitario de los Lagos)