León.- “Se puede hasta freír un huevo” es una de las frases que se relacionan con un calor extremadamente alto en la ciudad. Se dice que se lo puede cocinar en la banqueta, o preparar un omelet en el toldo de un automóvil. ¿Qué tan cierto es?
Para intentarlo, basta con tener un blanquillo, un sartén o comal y algo de tiempo para experimentar. También, conocer algunas de las características químicas de este alimento, del cual hay que saber de antemano que alrededor del 50 por ciento de la yema es agua, 32 por ciento lípidos y 18 por ciento proteína; la clara, es 88 % agua, 11 % proteína y apenas 1 % lípidos (grasa). Por eso es que el tiempo de cocimiento es distinto entre ambas partes.
Por eso hay que tener en cuenta que, para que el huevo pueda cocinarse satisfactoriamente, debe quedar bien cocido pero sin perder demasiada agua.
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También debe tomarse en consideración algo muy importante: la temperatura. La clara del huevo puede freirse en temperaturas entre 60 y 64 grados, y la yema entre los 65 y los 70.
¿Esas temperaturas se pueden lograr? Definitivamente no es recomendable, ni práctico, tratar de preparar un huevo estrellado en el toldo o el cofre del auto. Se quedará pegado a la pintura y nadie querrá comerlo.
La opción es colocar un comal en la azotea, a la hora de mayor calor, y dejar que el utensilio se caliente durante un buen rato. Puede ser entre las 12:30 y las 15:00 horas, en cielo totalmente despejado y con temperatura ambiental de 38.3 grados.
Bajo el rayo del sol, el comal se siente arder, al tacto. Un huevo encima y, para que la cocción sea pareja en clara y yema, se revuelve.
15 segundos y nada; 1 minuto y todo igual; al pasar el siguiente minuto, el blanquillo comienza a deshidratarse, la parte amarilla “se arruga” y disminuye su tamaño, poniéndose gelatinosa, la clara se evapora y sigue transparente, pegándose al sartén.
No servirá para comer, quedó una calcomanía embarrada en el utensilio, muy difícil de despegar, como recuerdo de lo que fue un experimento ¿fallido?, de ningún modo: se demostró eficientemente que el calor de León no da para preparar un huevo.
Lo cierto es que este jueves 15 de junio fue el día, hasta hoy, más caliente del año. A las 15:00 horas, la estación meteorológica de Sapal Torres Landa registró una temperatura de 39.36 grados, con una velocidad del viento de 0 kilómetros.
cv