León.- Un crespón en la puerta de la escuela hace patente el dolor de la comunidad educativa en el CBTIS 225, que perdió a 2 de sus alumnos de cuarto semestre en un accidente la madrugada del lunes, al ser chocados en su auto por un Mustang manejado por un joven ebrio.
En el aula de la especialidad de Electricidad, el pupitre de Luis Hassiel González Gutierrez permanece vacío, lo mismo que el de Aldo Yahir Zamora Rodríguez en la carrera de Programación. Vacíos los pupitres, como el vacío que los jóvenes fallecidos dejan en el ánimo de sus respectivos grupos, que hoy no tomaron clases porque sefueron a los respectivos velorios, uno en Eternity y otro en la Latinoamericana.
Eran aplicados y emprendedores, con deseos de salir adelante, y que se esmeraban en lograrlo. Este martes 23 de mayo, por separado se realizaron las ceremonias fúnebres de ambos.
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Los dos estudiantes fueron víctimas, poco después de las 0 horas del 22 de mayo, de un percance en el bulevar Ibarrilla. Ellos esperaban la flecha del semáforo para dar vuelta a la izquierda y, cuando tuvieron el paso, avanzaron sin fijarse en un Mustang que venía en el sentido opuesto del bulevar a toda velocidad, y cuyo conductor no se detuvo. El golpe destrozó el Hyundai i10 de los muchachos, y el Mustang todavía avanzó unos 60 metros, subió a la banqueta afuera del Colegio Hidalgo y se estrelló en un poste de telefonía, al que derribó.
El conductor del Mustang, Cristian Enrique, de 19 años de edad, salió como “ebrio incompleto” en la prueba de alcoholemia que le hicieron en los separos, indicador de que no debía haber ido manejando. Él solamente sufrió una lesión en el pie izquierdo y está acusado del delito de homicidio culposo, por el cual podría enfrentar el proceso en libertad.
Yahir fue velado en Eternity del Campestre y su cuerpo sepultado en el panteón San Sebastián, donde fue acompañado hasta su última morada por familiares y por decenas de amigos que cultivó durante la primaria, secundaria y preparatoria.
Por su parte, la ceremonia fúnebre por Hassiel fue en la funeraria Latinoamericana. Ahí también hubo dolor por su pérdida, que fue llorada por un centenar de personas que a lo largo del martes y durante la noche del lunes acudieron a despedirlo.
cv