León, Guanajuato.- ¡Hasta siempre, Macario! Este sábado 11 de marzo falleció el primer actor Ignacio López Tarso a los 98 años de edad en la Ciudad de México. El histrión llevaba varios días delicado de salud. Es así que recordamos el día en que su rostro quedó plasmado en los muros de León con uno de sus papeles más representativos del cine mexicano.
La obra fue elaborada durante el año 2017 por varios graffiteros leoneses en uno de los muros del panteón San Nicolás ubicado en la zona centro de la ciudad zapatera sobre el bulevar Mariano Escobedo.
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Macario, es una de las películas más icónicas del cine de oro mexicano, estrenada en el año 1960 del director Roberto Gavaldón y protagonizada por el actor Ignacio López Tarso, hoy, está inmortalizado en el Panteón San Nicolás.
La trama de la película cuenta cómo tras haber robado un guajolote junto a su esposa y huir al bosque para comérselo él solo, Macario se encuentra con figuras como El Diablo, con Dios y la Muerte. Y es en cada aparición de estos personajes donde aprende varias lecciones derivado de sus acciones.
En la escena que está plasmada en el muro del Panteón leonés la Muerte muestra a Macario, una parte de la gruta, cientos de velas encendidas: “Mira Macario esta es la humanidad, aquí ves arder las vidas tranquilamente, a veces soplan los vientos de la guerra, los de la peste, y las vidas se apagan por completo, por millares al azar”.
Macario pregunta a la Muerte por su vela y dice: ”Mi vela, déjame verla ¡Se está apagando!”. El muro del camposanto del San Nicolás rememora la escena, en el que la vela es una metáfora de la vida, fugaz y se va en un soplo.
El muro de grandes proporciones no le es indiferente a quien pase por fuera del camposanto, el Panteón San Nicolás uno de los más antiguos de la ciudad de León. Artistas leoneses han plasmado ahí la mexicanidad, el mexicano y esa relación con la muerte, con el más allá.
Ignacio López Tarso participó en 53 películas, 35 telenovelas, más de 30 obras de teatro. Su gran debut en la pantalla grande fue con ‘La Desconocida’, dirigida por Cano Urueta, pasando a ser la versión de Gabilondo Soler en la película de Cri-Cri, pero el punto más alto de su carrera se dio con la película Macario.
Hoy el medio artístico mexicano se viste luto por la partida del primer actor de 98 años de edad tras sufrir varias complicaciones de salud. En los últimos años se mantuvo activo con proyectos de teatro y de televisión.