León.- La que fuera la puerta principal está tapiada y solamente un pequeño agujero es el contacto con el exterior, pues la entrada verdadera está oculta a la vuelta, pasando por un muladar. Se trata de una finca donde se desarrollan actividades ilícitas y la pequeña mirilla es por donde se hacen las transacciones.
Los clientes llegan, dan de 70 a 100 pesos y se van con su mercancía... cuando pueden, porque muchos de ellos han sido víctimas de asesinos que acribillan a los presuntos compradores de droga en la esquina de Río Balsas e Independencia, en el barrio de San Miguel.
En esa área se contabilizan al menos 15 asesinatos, la mayoría relacionados con el punto conocido como “casa de pánico”.
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La historia fatídica de esta esquina no es reciente, pues ya tiene al menos tres años, y los vecinos viven temerosos de que en cualquier momento pueda ocurrir otra agresión que alcance a dañar a gente ajena.
La situación no ha cambiado. Las autoridades ven pasar y dejan hacer, llámese Policía Municipal, FSPE, Fiscalía o Guardia Nacional.
Los orígenes
Sin embargo, sí ha habido algunas variaciones de forma en los últimos tres años. La que antes era una fachada “normal” pintada de azul, con puerta de doble hoja y una ventana con herrería blanca, ya no existe. Tampoco la mesita instalada en la banqueta, donde la gente de Independencia 867 vendía dulces y botanas.
Puerta y ventana fueron selladas con ladrillos, dejando solamente el espacio justo para las transacciones de narcomenudeo: un orificio rectangular del tamaño de un ladrillo.
Aunque ya los vecinos habían empezado a padecer los ruidos de balazos, los asesinatos comenzaron el 6 de enero de 2020, en un centro de rehabilitación que está a unos metros del punto de venta. En esa ocasión, un hombre y una mujer jóvenes fueron acribillados dentro del “anexo” por cinco sujetos que llegaron en un automóvil y luego escaparon.
Al hombre lo identificarono como “Mane”, adicto a las drogas y con antecedentes penales por delitos contra la salud.
Ese sería el comienzo de la serie de crímenes.
También en 2020, el 5 de marzo fueron acribilladas cuatro personas frente a la “tiendita” de drogas. En el lugar murieron tres jóvenes, baleados por delincuentes que llegaron en un auto Golf color gris. La cuarta víctima murió a bordo de la ambulancia, camino al hospital.
Violencia se expande
En ese mismo 2020, los asesinatos siguieron en la Río Balsas, aunque en las esquinas siguientes a la Independencia, tanto hacia el oriente como hacia el poniente.
El 13 de Junio, en Río Balsas y Tierra Blanca, fue asesinada Luciana, de 84 años, y su hija Alicia salió herida.
El 31 de julio, los cadáveres de un hombre y una mujer fueron abandonados también en la esquina de Río Balsas y Tierra Blanca. Presentaban claras huellas de tortura.
En Balsas y Juan Valle, el 26 de agosto fue muerto a balazos un hombre que estaba sentado bajo un árbol. Lo atacaron jóvenes que iban en un auto azul y que se dieron a la fuga. La víctima se llamaba Joaquín, y un día antes también le habían disparado, en Río Balsas y Tierra Blanca.
25 de octubre, en Río Balsas y Juan Valle, fue encontrado el cadáver de un hombre decapitado.
21 de diciembre, en Río Balsas e Independencia, murió baleado Juan “el Wiwi”, cliente de la tienda de droga.
Sigue la cuenta
Ya para 2021, la cuenta de muertes seguía creciendo imparable. El 26 de enero una mujer joven sufrió balazos en el pecho y espalda cuando estaba parada justo en la esquina de Río Balsas e Independencia. No se aclaró qué estuviera haciendo ahí, si era clienta del lugar o tan solo iba pasando y fue víctima inocente.
El 25 de septiembre hubo otro crimen en la Río Balsas, ahora en la esquina con Emiliano Zapata. Un hombre de 45 años fue asesinado dentro de su casa.
En 2022, sin mejoría
El 22 de enero de 2022, una mujer de aproximadamente 30 años fue baleada a bordo de su automóvil, un Aveo rojo. Le dispararon en al menos 15 ocasiones desde un Vento color blanco y murió de inmediato.
El 17 de febrero, en una aparente confusión, un hombre de 65 años fue baleado en su casa en la calle Independencia casi esquina con Río Balsas, a unos metros del sitio peligroso. El afectado moriría días más tarde en el hospital.
El 15 de abril a las 7 de la mañana, en la esquina de Río Balsas y Honda, una mujer fue asesinada con arma de fuego.
El 23 de abril, otro asesinato en Balsas e Independencia. La víctima fue Diego alias “Melvin”, a quien balearon desde una motociclieta.
El foco de la violencia
Actualmente, el inmueble en torno al cual se han suscitado los crímenes aparenta, de día, estar abandonado. Por las noches su actividad surge. La fachada en la calle Independencia se ve sellada, pero las personas que ahí operan entran a la vuelta, por la calle Río Balsas.
El lugar aparenta estar abandonado, como probablemente sea la intención de sus usuarios. Está el hueco pero sin puerta, solamente tapado con una sábana, y en el interior se ve desorden, basura y escombro, para dar la impresión de que no hay quien entre.
cv