HOMICIDIO EN LEÓN

Bella de París: el arte de combinar el cuadrilátero con la estética

El estilista y luchador fue asesinado frente a su hermano, quien resultó herido, en un atentado en la colonia Peñitas

El cuadrilátero hoy luce vacío, por la falta de una de sus figuras.
El cuadrilátero hoy luce vacío, por la falta de una de sus figuras.Créditos: Especial
Escrito en GUANAJUATO el

León.- El jueves 21 de diciembre transcurrió normal en la colonia Peñitas. Juan Pablo, el estilista más popular de la zona, se preparaba para la llegada de los días buenos, pues las vísperas de Navidad son habitualmente una buena temporada para el gremio del peine y la tijera.

Juan Pablo, Pablito, de 34 años, era estimado por clientes, vecinos, familiares y hasta proveedores. Ese jueves, por la mañana, había recibido a personas que le surtían productos de estética como tintes, decolorantes, peines y secadoras. Regularmente puntual en sus pagos, tenía crédito abierto y se ponía al corriente de forma cabal.

El estilismo, al que se había dedicado desde 2 décadas atrás, no era su única actividad, a pesar de su pericia en cortes, colorimetría y tratamientos capilares. Se dedicaba a algo que no cualquiera: era luchador de pancracio, del bando de los “exóticos”, y subía al ring con el sobrenombre de Bella de París. La máscara no alcanzaba a cubrir su identidad, pues la cabellera siempre sobresalía, además de su inconfundible figura, con la robustez forjada en el gimnasio de pesas y con los golpes contra la lona del cuadrilátero.

Persona de fe y de tradiciones, Juan Pablo había puesto el mes pasado un altar en honor a san Judas Tadeo.

 

Las presentaciones en eventos de carácter popular lo dieron a conocer. No era de la gente que peleara por ser identificada con tal o cual pronombre. En su salón de belleza de la calle Rosaura casi esquina con Elena, no tenía otro nombre que Pablo, Juan Pablo o Pablito.

Ante el público que le aplaudía -o abucheaba- desde las tribunas era simplemente Bella de París.

 

A dos de tres caídas

 

Se esforzaba por figurar en las peleas principales en la cartelera. Según la magnitud del evento, ponían a Bella de París más arriba o más abajo en el programa. Una preliminar o una estelar dependían más del promotor.

Entró al mundo de la lucha libre con la inspiración de figuras como Cassandro, My Flowers y Pimpinela Escarlata, entre otros del llamado “tercer bando”, pertenecientes a la comunidad LGBT.

Juan Pablo, originario de barrio bravo, compartía como tantos de sus vecinos la afición por ver las luchas de la AAA y del CMLL en la tele, y de ir a las funciones de los lunes en el Domo de la Feria. Sacar el estrés, admirar a los gladiadores y aprenderles algo de técnica, el objetivo.

Y lo difícil no fue ingresar al gremio luchístico, pues las puertas se le abrieron, sino mantenerse y seguir avanzando hasta ser una de las figuras renombradas a nivel local. Bella de París, o Juan Pablo, tenía el reconocimiento en sus dos facetas. Un refinado maquillaje o un delineado de cejas, o sumirle las narices y patear el trasero de un adversario, todo eso lo tenía ya muy bien aprendido.

Le tocaban también las de perder, pero solo sobre el encordado y no en la sala de belleza, porque de sus servicios de estética no había queja. Como tampoco había amenazas, de acuerdo con declaraciones de familiares.

El pasado jueves, dos hombres entraron al negocio y le dispararon. Juan Pablo, de 40 años, murió de inmediato, y su hermano Luis Arturo de 44, fue alcanzado por una bala. La frialdad del parte policiaco dice que Luis Arturo fue “trasladado en código verde a atención médica”, y que los culpales fueron “un sujeto de playera verde con casco fluorescente, otro con cubre bocas y vestimentas negras, huyen a bordo de motocicleta en color negro”.

El crimen consternó al círculo de Juan Pablo, amistades, clientes, amigos, compañeros de gimnasio y adversarios en el ring, que no alcanzan a comprender por qué asesinaron a Bella de París.