SEGURIDAD

Duerme en su camión para cuidarlo... le roban celular y cartera

Chofer de autobús urbano es víctima de ratero que se aprovecha de su sueño

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Escrito en GUANAJUATO el

León.- El conductor del autobús urbano LE-501 decidió quedarse a dormir en la unidad para cuidarla de los rateros, pues la noche anterior le habían robado la batería mientras él descansaba.

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Como al chofer le tocó reponer el acumulador, no quiso exponerse a tener que comprar otro, pues el precio anda alrededor de los 5,000 pesos, demasiado para un trabajador del volante y para cualquiera, en tanto que los ladrones los venden en unos 200 pesos en las chatarreras y en los locales de la zona de las calles Rivera y Nuevo León.

Así, el operador pasó la noche en la unidad a su cargo, que al ser su fuente de ingresos trata de tenerla lo mejor acondicionada posible, siempre en óptimo estado físico, mecánico y de aseo, esto último dentro de lo que es posible.

Estacionó el camión cerca de su casa en la colonia León I y tendió una colchoneta en el pasillo, alistándose para pasar la noche al cuidado de su fuente de ingresos. Se quitó la camisola con los emblemas de la línea y la colgó en el respaldo de su asiento; se sacó los mocasines negros y finalmente se acostó a descansar, confiando en que su presencia disuadiría a cualquiera que intentara robarse el acumulador o cualquier otra pieza del camión.

Su celular lo dejó sobre uno de los asientos de pasajeros.

Y llegó “la rata”

Poco antes de las 4:30 de la madrugada se dio la “visita” del ladrón. La cámara interna de la unidad grabó el momento en que un joven de cachucha blanca abre la puerta delantera de la unidad, volteando a ambos lados de la calle para asegurarse de no ser interrumpido.

Cuando logra forzar la puerta ve al chofer dormido y ni siquiera se inmuta, solamente se mueve con mucha cautela. Ve el teléfono del trabajador y se lo embolsa, luego con la misma habilidad esculca la camisola que está colgada en el asiento. De ahí agarra la billetera y también se la lleva.

Luego de más de 5 minutos de hurgar en la cabina, finalmente toma un casco de motociclista y se lo lleva.

No tuvo ni la delicadeza de volver a cerrar la puerta.

CV