León.- Las presas se han convertido en zonas de atención por parte de los cuerpos de rescate de los municipios de Guanajuato, pues pese a que meterse a nadar está prohibido, las personas suelen hacerlo.
El número de personas fallecidas se incrementa con el paso del tiempo, pues deciden entrar a nadar a ellas, pese a que los gobiernos lo prohíben.
Algunos ejemplos de esto: Un hombre murió ahogado en la presa de Mata, ubicada en Guanajuato capital, el pasado 18 de marzo.
Se dio a conocer que éste se encontraba, junto con otro joven en el lugar con la intención de pescar luego de que salieron de trabajar.
En San Luis de la Paz, tres hombres, uno de ellos menor de edad, fallecieron ahogados en la presa El Quijay, en lo que aparentaba ser un día de campo.
Sabino Rodríguez, presidente del Consejo Directivo de Bomberos de León, señaló que en este municipio las presas donde más se han generado incidentes son en las presas de Otates y en la de La Laborcita. Otras presas de riesgo son las de Manzanilla y la de Ibarrilla, entre otras.
“A nosotros nos hablan cuando hay algún incidente. Nosotros llegamos y empezamos a buscar a las personas, porque tenemos el rescate de personas en aguas en movimiento y en aguas de reposo. Buscan a las personas cuando se hunden o se ahogan.
“La recomendación tajante es no meterse a nadar a las presas porque no están preparadas para que uno vaya a nadar. Si van con una lancha, normalmente el único lugar autorizado es la Presa del Palote”, dijo.
¿POR QUÉ SE AHOGAN EN LAS PERSONAS?
El presidente de Bomberos sostuvo que a pesar de que la temperatura al exterior es alta, muchas presas son de agua fría, por lo que pasar de una zona a otra, hace que las personas se acalambren y las inmovilice.
Además, hay mucha maleza que se encuentra al fondo de la presa, y sirve para el refugio de peces, donde las personas pueden quedar atrapados.
“En la orilla se siente fresa, pero te vas adentrando y hay zonas muy frías de agua. Entonces, la recomendación es no meterse, porque a mucha gente se le hace fácil meterse, y acaban de comer o de tomar alguna bebida embriagante, y vienen los problemas, de cambio de temperatura corporal, y viene la congestión y se hunden.
“O viene un infarto múltiple, y pierden la vida, y ya no hay capacidad para hacerlo reaccionar”, comentó.
Mencionó que se puede señalar que hay presas peligrosas, sin embargo, manifestó que ninguna es recomendable para meterse a nadar.
Hay casos, agregó que las personas que de inicio ingresan a ellas son rescatados por personas que ya no pueden salir y fallecen.
Las presas se han convertido una atracción durante Semana Santa, pero los cuerpos de rescate han alertado para evitar entrar a ellas.
“Es tomar conciencia de que las presas no son para ir a nadar. Y los incidentes que se han dado es porque a veces se meten con una balsa hechiza, o con una lancha que se hunde, y siempre acaba muriendo una persona o dos.
“Luego, en la desesperación llegan a sacar a las personas, pero el que se queda en el que se metió a salvarlos. Ninguna presa en León está autorizada para nadar”, comentó.
JP