No, no es la casa de las brujas de la Ciudad de México. Es el imponente castillo de la colonia Valle de Jerez en León, Guanajuato. Una casa de seis pisos con 75 ventanas, donde la fantasía y la realidad forman casi 20 metros de altura para hacernos creer que estamos frente a una arquitectura gótica.
Sobre la calle Jerez de Estalia el castillo resalta en toda la manzana. Un pico alto que se ve a larga distancia hace pensar que se trata de un templo, una fábrica, pero no de una casa. Cuando la gente se acerca, las ventanas abiertas, las jaulas de pájaros y un perrito french poodle demuestran que sí hay gente viviendo ahí, se trata de una pareja de entre 50 y 60 años, cuentan los vecinos.
El castillo aun no está terminado, afuera hay arena y grava. Son seis pisos construidos, pero aun hay ventanales y balcones en construcción. Solo la planta baja y el último piso están pintados. Abajo hay un barandal amarillo, la puerta de la entrada es blanca y alrededor hay algunas plantas que le dan vida a la casa.
En el segundo piso hay dos cuartos pintados, uno azul y otro blanco, el resto de las paredes son de ladrillo y con acabados de piedra. En esa misma planta hay cimientos que anticipan la construcción de cuatro ventanales más. En la planta siguiente hay una puerta blanca y estrecha, con un pequeño techo de lámina.
Ventanas y más ventanas, de eso está rodeada la casa, La Silla Rota las contó y son 75, casi un centenar de orificios con vista a una calle tranquila y a un bulevar transcurrido. Son ventanas triangulares, ovaladas, angostas, cuadradas y clásicas.
CASA DE LAS BRUJAS ¿SU INSPIRACIÓN?
Eso no es todo, en la parte más alta del castillo, el techo forma varios picos, semejantes al sombrero de una bruja. Algo similar a la casa de las brujas de la colonia Roma, en la CDMX. Una obra icónica que ahora se llama Edificio Río de Janeiro, construida por el ingeniero británico Regis A. Pigeon en 1908. En uno de los del edificio vivió la chamana ''Pachita'', una mujer que hacía rituales y trabajos curanderos. Esta casa que llegó a funcionar como un hotel, luego albergó departamentos de lujo, y ahora se ha convertido en un atractivo turístico de la capital.
Aunque el castillo de Valle de Jerez no oculta leyendas, los vecinos afirman que la pareja que vive ahí es muy reservada. Salen a trabajar temprano y llegan en la tarde noche, no platican mucho, y solo dan los "buenos días", al parecer no tienen hijos y son abogados. Lo que sí se sabe, es que desde que llegaron su intención era levantar un castillo, los cimientos dejaban ver su anhelo. Ahora la obra permite tomar una hermosa foto desde donde quiera que uno la vea: arquitectónica, panorámica, a detalle o simétrica.
"Es el castillo de Leondres", dice un vecino entre risas. "Hace como tres años que lo terminaron", cuenta otra mujer que despacha en una tienda, a tres casas del castillo.
¿LA CONSTRUCCIÓN ES PELIGROSA?
El vistazo de una ingeniera civil apunta a que el inmueble está "bien construido", aunque "es muy elevada" para ser una casa habitada, y otro de los puntos que se deben analizar a la hora de levantar estas construcciones son las "zonas sísmicas" y las rachas de viento que podrían llegar a la ciudad.
"Así como se ve, se ve bien construida, no se ve que estén haciendo procesos malos. Habría que ver si la parte de abajo no ha presentado ninguna falla para que se considere que están sobrecargando. Si desde un inicio se pensó en construir bastantes niveles, pues si debe tener una cimentación muy resistente para tanta carga".
"Se me hace muy elevada, muy alta, a lo mucho cuatro pisos son considerados para una casa habitacional, aquí ya estamos hablando de seis pisos, como 18 o 20 metros de altura. Peligrosa puede ser si a lo mejor los cimientos no resisten cualquier viento o movimiento en cuanto a la altura (...) ojala las personas hayan tomado conciencia en esa parte", explicó Georgina Ortiz en una llamada.