Libre como el viento, el ex director de Acremex, Gerardo Muñoz Campos, descansa en una banca del Barrio Arriba, mientras espera su sentencia en un tribunal penal por el desfalco millonario de la antigüa caja popular Jol-Gua-Ber.
“Todavía no tengo sentencia. El juzgado todavía no dice si soy culpable o inocente”, dice Gerardo Muñoz Campos, cuando se le pregunta si ya fue sentenciado.
“No he sido sentenciado. Sigue el proceso en el juzgado. Y ahorita nadie puede decir que soy culpable. Ningún tribunal ha dicho que soy culpable”, señala.
Gerardo Muñoz trata de reconstruir su vida, después de haber estado 2 años y 4 meses en la cárcel. El ex director de la caja popular Acremex fue encarcelado el 24 de abril del 2016, acusado de un fraude por 752 millones de pesos. Más de 30 mil socios ahorradores fueron afectados por las irregularidades en la administración de la caja popular que terminó desapareciendo y salvada por el Gobierno Federal. Todos los bienes y clientes de Acremex fueron trasladados a Caja Popular Mexicana, después de una operación del gobierno de Enrique Peña Nieto y del Fideicomiso que administra el Fondo para el Fortalecimiento de Sociedades y Cooperativas de Ahorro y Préstamo y de Apoyo a sus Ahorradores (Fipago).
Gerardo Muñoz en una banca del Barrio Arriba en espera de una sentencia
Gerardo Muñoz Campos fue encarcelado por sus operaciones en la caja popular y consiguió su libertad condicional hace un año y 3 meses, sin que haya sido declarado culpable o inocente. El ex director de Acremex tiene que ir a firmar cada ocho días al juzgado y no puede salir de la ciudad de León, hasta que el tribunal no dicte su sentencia por el saqueo.
La crisis de la caja popular Acremex comenzó en el 2014, cuando los ahorradores denunciaron que les estaban limitando los retiros de su dinero, porque temían una descapitalización de la institución. La caja popular no cumplía con los requisitos legales que exigía la nueva Ley Federal de Ahorro y Préstamo.
La caja popular Jol-Gua-Ber fue fundada en 1951, con el trabajo de los vecinos de la colonia Obrera y el apoyo de sacerdotes católicos. La caja funcionó durante 60 años, con prestigio y reconocimiendo, hasta que cambió de nombre a caja popular Acremex.
Gerardo Muñoz Campos fue director de Acremex durante más de 25 años, con algunos contratiempos, pero la sociedad hizo crisis cuando comenzaron a otorgar créditos millonarios sin garantías. Muchos empresarios de León recibieron créditos y no pagaron.
“Esa fue la historia que les contaron. Yo voy a contar todo lo que pasó en realidad, pero hasta que termine el juicio”, señala Gerardo Muñoz, durante su paseo por el Barrio Arriba.