Las sesiones con ayahuasca están de moda en todo el mundo. También en México. En León y otras zonas del estado se organizan retiros para el consumo de este brebaje. Las reuniones se llevan a cabo al interior de haciendas o quintas alejadas del entorno urbano y con zona verde para enriquecer la experiencia.

Los espacios abiertos son los escenarios ideales para esta experiencia con la ayahuasca.
Los que han probado la ayahuasca aseguran que mejora su perspectiva en muchos sentidos. Las sensaciones, imágenes y revelaciones que se atestiguan en la sesión aligeran cualquier carga emocional o pesar rezagado, sumado a una felicidad y claridad en la mente.
Las sesiones en ocasiones incluyen comida, hospedaje, temazcal y bebidas. Todo lo anterior es instruido por ‘guías’ o chamanes que están pendientes del proceso que vive cada persona mientras experimenta las ''revelaciones'' de esta planta originaria del Amazonas.
Además de agudizar los sentidos, el efecto ''postayahuasca'' dura aproximadamente 10 días, en donde la sensación de ligereza perdura hasta que la rutina vuelve y normaliza el sentir ante el estrés del día a día.
Para algunos es considerada una droga, al igual que la marihuana o la cocaína, sin embargo, a otras personas la califican como una planta sanadora. Y la posicionan incluso como un método de control de emociones donde desintoxicas tu interior de aquello que repercute directamente en tu salud.
Testimonios de la ayahuasca
La Silla Rota conversó con personas que han experimentado estas sesiones, describiendo con sus propias palabras cómo los ha cambiado y en qué consiste exactamente este proceso.
El primero es un joven de 24 años que la consumió hace dos semanas y vivió toda la ceremonia. Esta es la segunda vez que acude a un evento de ese tipo. La forma en la que se enteró de estas reuniones fue por medio de un amigo, quien le contó sobre la experiencia con la ayahuasca. Posteriormente, a través de una publicación en un grupo de Facebook, se dio cuenta de que en León estarían presentes los organizadores realizando una ceremonia con la bebida.
Esta persona se puso en contacto con la página y luego de un par de minutos, fue contactado vía whatsapp por una de las personas que realiza estas ceremonias en distintas partes del país.
Luego de decidirse a vivir la experiencia, este joven revela que se trasladó a un lugar apartado, exactamente en la quinta El Saltillo, ubicada en la salida a Silao. Aunque también estas ceremonias han tenido cede en una hacienda cerca de la comunidad El Maguey, ambos lugares van rotándose el turno en que albergan a las personas.
Esta ubicación es necesaria, afirma este testimonio, porque el ‘viaje’ que se experimenta con la ayahuasca permite apreciar mejor el cielo, las estrellas y la naturaleza que rodea al lugar en general.
“La ayahuasca es una planta, extracto de una liana del Amazonas, lo que hace esta planta es estimular una sustancia producida por la glándula pineal, dicha estimulación solo ocurre de forma natural en dos momentos, en el nacimiento y en la muerte”.
“No es una droga, al menos yo no la veo así. Es más bien una planta que te ayuda a entrar a un plano de conciencia donde te estás analizando a ti mismo, sin máscaras, sin filtros ni tapujos”, comentó el testimonio.
Mientras cada persona se va mentalizando y concentrando para el ‘viaje’, hay una entidad que es la fuente de poder, a la que le llaman cariñosamente: ‘La Abuelita’, que asemeja al Universo y va mostrando las respuestas que se buscan a cada persona.
“Te dan una primera toma, la verdad sabe horrible, tiene un sabor muy peculiar, muy fuerte, es como si se concentrara todo lo amargo que se pueda imaginar en una bebida. Posee un color café, parece lodo, pero lo van rebajando con agua para que se pueda ingerir”.
Es necesario que concentrarse, para lograr conectarse con uno mismo cerrando los ojos. El testimonio dice que fue hasta la segunda toma cuando pudo empezar su experiencia.
“Empiezas por una geometría sagrada, donde ves que todas las cosas de la naturaleza tienen un orden, tienen una estructura, y poco a poco van entrando en un viaje”.
“A pesar de que te quedas dormido el cerebro está más despierto que nunca, y para mí fue empezar a tener muchas revelaciones, mucha información de mí, desenmascarándome, desmenuzando todas las partes de lo que soy, de mí, de mis problemas. Hay muchas respuestas que uno busca”, detalló.
De acuerdo a este testimonio, las visiones que se tienen involucran al presente, pasado o futuro.
“Empiezas a tener estas visiones enfundadas, por eso considero que no es una droga, al consumir una droga te pierdes, y empiezas a tener alucinaciones, y aquí estás descubriéndote a ti mismo”.
Sobre las manifestaciones que se aprecian, lo primero que él vio al ingerirla es cómo se modifican ciertas estructuras y empieza esto de la Geometría Sagrada, es como un espectáculo.
Generalmente las sesiones se realizan por la noche
Después empiezan las imágenes y las explicaciones que no se puede detallar. En palabras del joven, es algo surreal, son imágenes que te llegan, se transforman y te van explicando de forma clara que es lo que te quieren decir.
“Van acompañadas de sonidos, ellos te ponen música, para estimular y que sigas cambiando de ambiente. La música que ponen te ayuda a conectar y te relaja. Se estimulan mucho los sentidos”.
Afirmó que uno de los efectos tras vivir la experiencia es volverse muy empático, se tiene una conexión con las personas que están ahí en la ceremonia. Hay reflexiones muy rescatables de estas sesiones, comentó.
Durante la sesión, de acuerdo al joven, muchas personas comienzan a llorar, comienzan a vomitar porque se están ‘desintoxicando’ de todas esas emociones que cargan durante tanto tiempo. Son emociones que si no salen pueden manifestarse en una colitis, en una ulcera, en depresión. Esto hace que cada persona viva su procesos a su manera.
“Yo he obtenido, paz, tranquilidad conmigo mismo, con los seres que quiero, he limado asperezas, cierras ciclos. Es como una desintoxicación espiritual muy profunda", según relató este joven.
Según lo que ha visto en sus dos ceremonias, los asistentes son muy variados, hay hombres y mujeres, de entre 60 – 65 años. Pero él con 24 años es de los asistentes más jóvenes.
Un segundo testimonio, relató su experiencia, coincidiendo en varios puntos con el anterior. Aunque precisando que con un pago de 1500 pesos se acceden a estas sesiones en campamentos o logares abiertos. Donde se incluye hospedaje, comida y hasta temazcal.
Además, esta persona, quien ya lo vivió en una ocasión, afirma que hay dos tipos de ayahuasca, una fuerte y otra más suave.
“La experiencia se siente muy real. La ayahuasca explota tu imaginación”, afirmó esta persona.
La sesión es acompañada de música, estilo ‘Canto Nuevo’. Sobre la sensación que queda después de la sesión, esta persona afirma que durante 10 días permanece esa sensación de ligereza.
“Sientes que todo es posible. Te quitas de ciertos parásitos mentales”, destacó.
También, reconoce el esfuerzo que estas personas ponen al traer la planta desde el Amazonas hasta acá para los interesados en vivir la ceremonia de cerca.
Ayahuasca es una palabra quechua, que significa “liana o soga de los espíritus”. Se trata de un preparado hecho con plantas que crecen en el Amazonas, una de ellas es una liana, y la otra es la chacruna: un arbusto de hojas verdes y alargadas. La mezcla se cocina durante varias horas hasta llegar a la bebida final.
Hace cinco décadas, se descifró qué genera exactamente esta bebida en el cuerpo. Mientras que la chacruna contiene DMT, un compuesto relacionado con la "imaginería del sueño" que causa visiones, la ayahuasca inhibe la enzima que degradaría esta sustancia en el estómago y permite que llegue al cerebro.
Perspectiva indígena
Sobre su uso, desde la perspectiva indígena, esta planta actúa sobre la conciencia para reequilibrar a la persona. Se requiere de un ritual conducido por un chamán o guía especializado, como parte del proceso.
En un aspecto de la psicología, las barreras que puedan existir en el inconsciente son derribadas por completo. En este tipo de experiencias no hay filtros, lo que la vuelve una experiencia de catarsis.
Basados en la evidencia científica, los beneficios clínicos del yagé son limitados, aunque quienes defienden esta bebida aseguran que cada vez es más popular como una herramienta para tratar trastornos de estrés postraumático, depresión y adicciones.
Como se mencionó previamente, su sabor es muy amargo y ácido, no se toma en grandes cantidades, el efecto dura entre cinco y seis horas. Lo ideal es acudir a la sesión con el estómago liviano y la mente calma. Y los que la han tomado insisten en qu debe ser ingerida durante la noche y en un área natural.
Las personas suelen presentar alucinaciones de todo tipo y por eso en la selva amazónica se ingiere acompañado de un guía espiritual o chamán y después de realizar un ritual especial.
Riesgos
Esta bebida no es apta para todo el mundo. No se recomienda ser ingerida por personas con síntomas o riesgos cardiacos, descompensadas, diabéticas o consumidoras de medicamentos psiquiátricos. Es ideal que luego de vivir la experiencia, haya un grupo de convivencia para compartir la experiencia que se vivió.
El hecho de practicar esta costumbre también desencadenaría efectos secundarios como: hipertensión, descoordinación muscular, palpitaciones o, esquizofrenia.
Pese a lo anterior, un gran número de personas siguen acudiendo a las sesiones, incluso defendiendo esta práctica como algo terapéutico, casi denominándolo como una de las mejores experiencias que han vivido. Lejos de disminuir, el consumo de este brebaje continúa y se expande diariamente.