León-. Decía el escritor Jorge Luis Borges: “Siempre imaginé el paraíso como una especie de biblioteca” y la Biblioteca Central Estatal Wigberto Jiménez Moreno son 3 pisos de una diversidad de paraísos en los que los guanajuatenses buscan refugio en las páginas de algún libro, repuestas, descubren nuevos mundos, se encuentran con amigos ficticios que recordarán siempre y nacen nuevas amistades entre lectores.
Liliana Pérez Estrada, Coordinadora del Fomento al libro y la lectura en el Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato recordó que su primer encuentro con una biblioteca fue en la capital, en la Biblioteca Central de la Universidad de Guanajuato en la calle del Truco cuando llegó a estudiar la preparatoria a la edad de 14 años.
En la Biblioteca de la UG , en el área de artes y acervo restringido, descubrió un documento fotocopiado de la Universidad de Texas que habla sobre la historia y pacificación de los indios chichimecas jonaces, escrito por un cacique llamado Guillermo de Labra, además de un libro de artes de la pintora Leonora Carrington, allí descubrió su fascinación por los libros, dijo que la biblioteca es su segunda casa.
Te podría interesar
LSR: ¿Hoy cuál es el papel de las bibliotecas en el estado de Guanajuato?
LPE: Hay diferentes tipos de bibliotecas, universitarias, privadas, públicas, las más importantes son las que tienen cada uno de los 46 municipios. La Red Estatal de Bibliotecas en Guanajuato se compone por 192 bibliotecas y es una de las redes culturales más antiguas que tiene Guanajuato y en el país hay más de 7,400 bibliotecas que es la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, una de las más fuertes y más grandes que hay en Latinoamérica.
En el caso de la Biblioteca Central estamos hablando de que tiene un promedio de 240,000 volúmenes. Las bibliotecas municipales tienen alrededor de 3,000 a 6,000 volúmenes, tratan de atender sus acervos de las necesidades de la población.
LSR: Llama la atención, vivimos en una ciudad tan industrial como León, pero la Biblioteca Central ¿Es una de las mejores del país? ¿Cómo está la biblioteca Central a nivel estado o país?
LPE: Creo que es un esfuerzo colaborativo de un gran equipo que trabajamos en esta biblioteca trabajamos un promedio de 60 personas, algunas dependen de gobierno estatal y otra dependen de otras empresas.
LSR: A lo largo de la historia de la Biblioteca Central ¿Qué comunidades se han formado dentro de la biblioteca?
LPE: La más obligada y la que todo mundo piensa es la del círculo de lectores, y círculos de gente que escribe y este es su primer eslabón hacia la profesionalización de su escritura. Hemos tenido durante muchos años el taller es escritura creativa del maestro Roberto Dueñas, en paz descanse, fue un gran maestro de la Normal Oficial que pasaba sus días en la Biblioteca Central y fue un formador de escritores durante generaciones.
Tenemos una comunidad muy activa los miércoles de niños de primera infancia y sus cuidadores, vienen a recibir estimulación y actividades de promoción de la lectura para su edad, tenemos un área de braille muy fortalecida, una comunidad muy grande que desafortunadamente se vio mermada, pero que sigue constantemente viniendo. En la Comicteca tenemos un espacio para los jóvenes en los cómics donde se hacen talleres y tienen encuentros.
LSR: ¿Cuál es el reto que hoy asumen las bibliotecas en una sociedad tan digitalizada donde los libros y los archivos son digitales?
LPE: Es el mismo reto de siempre, si tú te remontas a la historia de la cultura escrita, en cualquier soporte ya sea piedra, papel, pergamino, amate, pieles, las bibliotecas siempre se han enfrentado a los mismos retos, el primero de ellos es la conservación de sus tesoros, o la conservación de su patrimonio bibliográfico. El que la gente siga considerando que son espacios suyos, cada vez hay menos espacios públicos para la gente.
Las bibliotecas se han convertido en espacios de contención. Cuando empezó la televisión decían tampoco se van a consultar las bibliotecas porque ya existe la televisión. Empezaron a existir los dispositivos móviles
“La biblioteca en sus primeros seis años de vida eran filas que durabas hasta dos horas para que te dieran tus libros en préstamo, estamos hablando del 2006 que se abrió al 2012 en que eso ocurría”
LSR: ¿Cuáles son los tesoros que tiene la Biblioteca Central?
LPE: Tenemos los fondos especiales, que los tenemos en colaboración con el ayuntamiento de León, la de Biblioteca Wigberto Jiménez Moreno, que está especializada en antropología, historia, lingüística y libros en diferentes lenguas indígenas. Es un fondo que va de más de 31,000 volúmenes de su colección, esa colección se ha ido enriqueciendo con la biblioteca del Círculo Leonés Mutualista.
Cuando estuvimos haciendo una clasificación de los materiales nos encontramos con que no solamente están los libros de la biblioteca de Wigberto, sino también está la colección de libros de su esposa, la maestra María Esther Ciancas que era una española y está especializada en libros de arte. Tenemos otros libros que pertenecieron a Mauricio Swadesh, fue un lingüista norteamericano que llegó aquí a México, muy amigo de Wigberto Jiménez Moreno, hizo una propuesta para poder ver la antigüedad de las lenguas aquí en América.
LSR: ¿Cuál es el libro más raro que tiene la biblioteca?
LPE: Dentro de la misma colección de Wigberto Jiménez Moreno hay cuatro catecismos, uno es en mixteco, huasteco, náhuatl y otro en otomí, cada uno de estos catecismos es muy interesante porque están en la lengua de los pueblos originarios, con una traducción al español del siglo XVII. Tenemos colecciones de libros de arte bastante significativas, nuestra Comicteca fue formada por Gastón, por José Luis Pescador, el Iguano Mayor, todos ellos dieron su granito de arena para tener una colección de cómics bastante valiosa.
Cuando esta biblioteca se hizo en 2006, quien fue formando las colecciones fue también una persona bastante importante, fue la primera coordinadora, ella con su equipo formó las colecciones.
LSR: ¿Cuánto cuesta mantener una biblioteca?
LPE: Dentro de toda esta tarea titánica que hace un bibliotecario y casi no lo vemos, en los municipios que tienen presupuestos tan pequeños a veces los mismos bibliotecarios son quienes pagan los materiales de limpieza de una biblioteca, ellos son todólogos desde mantener en buenas condiciones la biblioteca, hasta dar el servicio de referencia para los usuarios que asisten.
La Biblioteca Central cuesta 3 millones de pesos al año mantenerla. Yo creo que lo que han mantenido estas administraciones ha sido el destinar recursos. No sé en otros estados, pero en el estado de Guanajuato las bibliotecas públicas son un servicio público municipal, al igual que el agua potable, que el servicio de limpia. Como administraciones estamos obligados a tener este tipo de espacios.
“La sociedad va diversificando sus formas de acercarse a la cultura escrita. Cada país va tomando diferentes rutas de como acercarse a la palabra escrita"
LSR: ¿Por qué son tan importante las bibliotecas en la sociedad?
LPE: Cómo humanidad ¿Qué es lo que atesoramos y que guardamos como colectivo? Te pones a pensar: los graneros, estos lugares donde se conservan grandes cantidades de maíz, o represas para guardar el agua, porque es en beneficio de la colectividad: Las bibliotecas, son los libros. Es el lugar donde se guarda la memoria, donde se guarda el pensamiento.
LSR: ¿Cómo se acerca la Biblioteca Central a los lectores?
LPE: No sé si sea una percepción muy personal, pero posterior a la pandemia, se generaron otro tipo de usuarios, usuarios que jamás van a venir a la biblioteca que son virtuales y están al pendiente de lo que se transmite de manera en “Streaming”.
Pensando en eso, lo que hizo Gobierno del Estado, a través del Instituto de Cultura y la Biblioteca, fue la compra de licencias para el uso de plataformas digitales, ahora la Biblioteca Central coordina tres plataformas digitales para la gente. MakeMake para los niños que es una plataforma de libros infantiles, su fortaleza es que tiene lo mejor de las editoriales hispanoamericanas. Otra que se llama Digitalia y Digitalia Hispánica. Tienen unas colecciones increíbles de más de 400,000 libros. El salto a lo digital fue gracias a la gestión de Adriana Camarena De Obeso, Directora del Instituto Estatal de La Cultura.