Silao.- Un incendio que no fue sofocado en 24 horas arrasó con un albergue y con la vida de al menos 19 perros y algunas gallinas en el municipio de Silao.
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El siniestro comenzó la tarde del domingo en la zona Predio de Bustamante, cerca de la comunidad El Coecillo, a espaldas de los viveros y se extendió hasta un terreno donde se almacenaban residuos que eran llevados por personas que se dedican a la pepena.
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A un costado del lugar se encontraba el albergue de animales en el que sus administradores se encargaban de cuidar y alimentar con su propio dinero cerca de 70 perros y algunas gallinas.
Al momento del incendio, la pareja que era dueña del albergue se encontraba fuera por motivos de trabajo y solamente pudieron llegar cuando ya todo estaba consumido por el fuego.
El suceso fue publicado y difundido por rescatistas de animales, los cuales piden el apoyo de la ciudadanía para que puedan levantar nuevamente el albergue.
¿Quiénes son los dueños del albergue?
Hace 5 años fue fundado el albergue llamado “Ángeles Perrunos”de la mano de Bertha Adriana León y su esposo, Francisco García, los cuales como un acto compasivo hacia los animales que han sido abandonados por sus dueños o que han crecido en la calle.
La pareja ha mantenido el albergue solo del sueldo de Francisco y Bertha cuando ella trabajaba, y algunas donaciones de ciertas personas.
Bertha señaló que la tarde del domingo las corporaciones de rescate visitaron el lugar, pero el fuego no fue apagado en su totalidad, entonces ella insistió al 911 en búsqueda de auxilio, ya que había árboles encendidos.
Agregó que al día siguiente ocurrió lo que más temía, "Yo me di cuenta como hasta las 2:00 de la tarde que me fueron avisar (a su casa), no supe a qué horas inició todo esto (el fuego), cuando llegué ya no se pudo hacer nada...es muy triste porque nosotros los salvamos de estar en las calles, pero no sabiendo que los traíamos a que pasara esta situación".
La tarde del martes, 2 días después de lo ocurrido, todavía se podía apreciar el humo.
Francisco y Bertha han hecho todo lo posible por mantener su albergue, recogen perritos que las personas tiran a la calle y los llevan al veterinario, también algunos los dan en adopción y si ya son animales adultos, los cuidan “hasta que se haga viejito y pase lo que tenga que pasar".
La familia requiere del apoyo de la ciudadanía para levantar nuevamente el albergue, necesitan manos voluntarias, láminas, malla ciclónica, alimento para los animales y materiales de limpieza.
JFF