Silao.- El martes 13 de julio de 1976 continúa en la mente de muchos adultos mayores de Silao, quienes recuerdan la pesadilla vivida tras la fuerte inundación a la que sobrevivieron y que dejó destruida casi la mitad de la ciudad que tuvo que pasar algunos años para volver a reconstruirse.
El material de las casas, en ese tiempo, eran en su mayoría fabricadas con adobes, las cuales, ya que después de alrededor de 10 días de intensas lluvias, con la inundación muchas estaban muy “remojadas” y se vivieron abajo, algunas de las cuales después de 5 años todavía no habían podido reconstruirse por falta de recursos de sus propietarios.
Era un martes 13, para quienes creían en supersticiones, fue un día de mala suerte, el torrente de agua arrasó con las viviendas y se podían ver por las calles arrastrados por la corriente: muebles, zapatos, ropa, puercos, caballos, gallinas y reses.
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El agua provenía de los arroyos que se desbordaron en las comunidades El Jitomatal, La Yerbabuena y El Tigre, después de recibir el agua de la presa de Chichimequillas que se reventó y propició a su vez el desborde del río Silao.
Según testimonios de adultos mayores que fueron testigos de esta tragedia, que el agua empezó a entrar a la ciudad con fuerza como a las 7 de la mañana y fue subiendo de nivel hasta llegar al metro y medio de altura, aunque en algunas zonas estuvo hasta en los 2 metros, por lo que la gente buscó refugio en las azoteas de casas que ni eran de adobe o en el segundo piso de viviendas de algunos vecinos.
Muchas familias perdieron todo su patrimonio, por lo que tardaron varios años para recuperarse, además de que hubo quienes perdieron a sus seres queridos al ser arrastrados por la corriente.
Debido al desastre naturales ocurrido, el Gobierno Estatal se dio a la tarea de invertir en la construcción de fraccionamientos habitacionales para los afectados y en los siguientes años se trabajó en la reconstrucción del municipio, aunque la inundación propició que se aletargara el crecimiento de Silao.
En lo personal, tengo amigos en Silao, miembros de familias de los Velázquez y los Rodríguez, a quienes visitaba de vez en cuando, además de que cada año, posteriores a la fecha de inundación, acostumbraba visitar la Montaña de Cristo Rey, por lo que me tocó observar el lento trabajo de reconstrucción, ya que 5 años después de la inundación pude ver todavía algunas casas de adobe que seguían destruidas y que eran un vivo testimonio de la tragedia de 1976.
Sobre es fecha, cabe señalar, que también se registraron inundaciones fuertes, aunque en menor escala que en Silao, en León, San Francisco del Rincón, Purísima del Rincón y Ciudad Manuel Doblado, donde algunos días después todo volvió a la normalidad.
Resurgió el auge de Silao
A partir de 1994 se empezó a notar un notable crecimiento de Silao, con el arranque de labores de la empresa General Motors, cuya primera piedra fue puesta el 29 de julio de 1992 por el entonces presidente de México Carlos Salinas de Gortari, acompañado por el gobernador Carlos Medina Plascencia, mismas autoridades que estuvieron presentes durante la inauguración el 18 de noviembre de 1994.
Esa fue la base de un proceso que transformó no sólo a Silao sino a todo Guanajuato, que en la actualidad se considera como uno de los estados con mayor producción de vehículos. Por lo que Silao empezó a crecer de manera rápida hasta ser considerado como una ciudad importante dentro del corredor industrial.
Aunque para los adultos mayores que han radicado siempre en esta ciudad, de vez en cuando, sobre todo en las temporadas de lluvias, reviven en sus mentes esa pesadilla vivida, la peor tragedia de Silao en las últimas décadas.
| Con datos de Paola Trujillo, cronista de Silao