León.- En el cielo, Hidalgo orbita desde hace años. Circula alrededor del sol y permanece en constante observación de los expertos que hace décadas descubrieron un fascinante asteroide al que apodaron Hidalgo.
Fue en 1920 cuando el astrólogo Walter Baade avistó algo extraño desde Bergedorf, Alemania. Un objeto jamás antes visto por nadie circulaba en la galaxia. Estaba enterado de cada uno de los descubrimientos científicos y conocía la geografía del universo como la palma de su mano, pero esto era algo de lo que no tenía conocimiento.
Le llamó asteroide 944. Era fascinante y extraño. Su órbita es anormal para la de un asteroide, pues es de entre los 300 millones y los 870 millones de kilómetros. Su distancia más lejana del sol va más allá de Júpiter, pero al mismo tiempo alguna vez ha sido cercano a la Tierra. El año 1673 fue el año en el que más se acercó a este planeta y jamás volvió a estar tan próximo.
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Sus extrañas y únicas características convierten este en un valioso descubrimiento que también se cree que pueda tratarse de un cometa extinto.
¿Por qué Hidalgo?
Tres años después, en 1923, un suceso astronómico sacudió a México. El 10 de septiembre, un eclipse total oscureció en forma de una franja una parte de México. Baja California Norte, Sonora, Chihuahua, Durango, Coahuila, Zacatecas, San Luis Potosí, Tamaulipas, Veracruz, Campeche y Quintana Roo se quedaron sin la luz solar.
Ese día, Walter Baade, estuvo en México. El entonces presidente, Álvaro Obregón, lo invitó a presenciar este fenómeno astronómico valioso para el país, pues fue el primero del siglo XX que oscureció la República, para después reunirse.
Como agradecimiento por este gesto, Walter Baade le hizo una invitación de vuelta y le dejó la oportunidad de nombrar este cuerpo celeste A este fascinante, extraño y único asteroide, le puso Hidalgo.
PR