Celaya.- El Bar 501 de la avenida Benito Juárez, en el barrio de San Antonio, es un establecimiento bien acreditado en Celaya. Su ambiente relajado, buenos precios y atención han sido clave para su crecimiento.
Todo esto estuvo a cargo de Arturo, su propietario, quien en tiempos difíciles logró sacar adelante el negocio, ubicado en la planta baja del hotel Condesa. Sobrevivió a la pandemia, a las bajas ventas, carestía, a algún asalto... pero no a la extorsión de la que presuntamente era víctima el dueño, quien desde hacía tiempo vivía preocupado por esta situación, de acuerdo con información extraoficial.
Hacia esa línea, la extorsión, apuntan las investigaciones sobre el asesinato de Arturo, quien la tarde del sábado fue acribillado en la puerta de su negocio.
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Preparaba el local para un día bueno, como era costumbre en Bar 501 con los “sabadrinks” que organizaba, haciendo promociones para atraer a la clientela. El lugar tenía poco tiempo de haber sido remodelado, y lo que Arturo estaba haciendo era acomodar una estructura para colocar publicidad con las ofertas del día.
Sin embargo, al llegar alrededor de las 4 de la tarde, en la acera de enfrente estaban sujetos en un vehículo esperando el momento de atacarlo, y al ubicarlo y ver que estaba distraído se le acercaron para dispararle a quemarropa, según señalaron testigos del hecho, entre ellos un trabajador del hotel Condesa.
Arturo fue auxiliado por paramédicos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Celaya, quienes lo subieron en la ambulancia y enfilaron a toda prisa al Hospital General. Sin embargo, Arturo no resistió las múltiples heridas que había sufrido y murió en el camino.
Arturo fue reconocido entre sus amistades y sus muchos conocidos como una persona de bien, un empresario muy trabajador, muy buen jefe y además como uno de los emprendedores que le tenía mucha estima a su negocio, pues siempre buscaba diferentes formas de que el bar saliera adelante.
cv