SENDERISMO

¿Por qué se pierden o lesionan los senderistas en Guanajuato?

Los cerros que circundan la capital del estado han sido escenario de extravíos y accidentes, en los que no han faltado los lesionados

Apenas el lunes pasado, una leonesa tuvo que ser bajada en camilla y llevada a un hospital.
Apenas el lunes pasado, una leonesa tuvo que ser bajada en camilla y llevada a un hospital.Créditos: Especial
Escrito en GUANAJUATO el

Guanajuato.- Por tradición, los niños en la capital del estado dicen que su abuelito “iba al cerro a pelearse con el diablo”. Esa historia está por extinguirse, porque ahora la gente que sube a los montes que circundan la ciudad se pierde o se lastima y necesita ser bajada por rescatistas, deshidratada, lastimada, desorientada y maltrecha.

Los casos de aspirantes a senderistas que van a la sierra de Santa Rosa, rumbo a Dolores Hidalgo, o al cerro de la Bufa, o a los Picachos, hacen que los elementos de Protección Civil, de la Policía Municipal capitalina y hasta los bomberos estén más atentos que nunca a cualquier llamado de rescate.

A los rescatistas se les ha cargado el trabajo.

El caso más sonado últimamente fue el de tres adultos de Irapuato. Estuvieron perdidos el 8 de enero pasado en la parte baja de la cortina de la presa de Peralillo, en la sierra de Santa Rosa, y fueron localizados tres horas después con una leve deshidratación.

Los tres excursionistas irapuatenses Jaime Humberto de 53 años, Cuauhtémoc y Alfredo, fueron trasladados a un hospital para su atención y revisión.

Tres hombres irapuatenses fueron encontrados por rescatistas.

Este hecho tuvo repercusión en redes sociales, donde se criticaba que tres personas grandes se hubieran desorientado.

Sin embargo, no es un hecho inédito o singular el haberse extraviado entre la vegetación y las rocas. En el caso de estos tres irapuatenses, dos de ellos hermanos, tuvieron la suerte de haber sido encontrados muy pronto y sin alguna lesión.

Se pierden en grupo

El 22 de noviembre pasado, la Policía Municipal de Guanajuato rescató a cuatro jóvenes, entre ellos una mujer, que se perdieron en el cerro de la Bufa.

Los cuatro estudiantes subieron por la presa de San Renovato hacia el Faro y al intentar regresar perdieron el camino y llegaron a la zona de la Bufa, donde comenzaron a gritar para pedir auxilio.

Familias que se encontraban cerca de la Cueva escucharon a los jóvenes de 20 y 21 años pidiendo apoyo para poder descender,  por lo que llamaron al 911 para alertar sobre la situación.

De manera inmediata, la Policía Municipal activó el protocolo de localización en coordinación con el C4, que resultó con la ubicación de los tres hombres y una mujer en buen estado físico, que fueron trasladados a la Comisaría Municipal para su atención y resguardo.

Cae en bicicleta

Apenas el pasado martes siete de febrero, un joven de 22 años que andaba en bicicleta de montaña se cayó con todo y su vehículo a un barranco en la Bufa.

Lo ayudaron rescatistas de Protección Civil y de Bomberos, sano y salvo pero con la bicicleta rota.

En los Picachos

Al día siguiente, el 8 de febrero, un joven leonés de 23 años se perdió en el cerro de los Picachos.

Él mismo llamó al 911 para pedir auxilio pues acudió al lugar a realizar senderismo pero perdió el camino para descender.

Policías municipales, acompañados por elementos de Bomberos Guanajuato, acudieron al lugar y ubicaron a Ricardo cerca de la Cruz, desde donde fue apoyado para descender y quien fue valorado en buen estado de salud.

Fracturada

Apenas este lunes, otra persona leonesa, una mujer, sufrió una fractura en un tobillo y golpes en diversas partes del cuerpo, tras caer accidentalmente mientras caminaba en las inmediaciones del cerro de la Bufa.

El percance se registró alrededor de las 13:30 horas, la tarde de este lunes, en la parte alta de un área ubicada entre La Crucita y La Cueva.

Los rescatistas se desplazaron a la zona en donde escalaron varios metros entre el cerro hasta llegar al lugar en donde ubicaron Luz María. Fue llevada en ambulancia a un hospital.

Seguramente, los niños de generaciones futuras no podrán presumir que el abuelo iba al cerro a pelearse con el diablo, y preferirán ocultar que se perdió junto con unos amigos.

cv