Se supone que la señora Carmen se iba a comunicar con su hijo a las 3:00 de la tarde de hoy, día siguiente al que Otis golpeó Guerrero, pero nunca recibió su llamada, después se enteró a través de la Universidad de Guanajuato, que habían perdido comunicación total con los estudiantes. El hijo de la señora Carmen es uno de los 77 integrantes de la comunidad universitaria atrapados en Acapulco.
“Mamá, ya está pegando con todo”, fue lo último que le dijo su hijo a la señora Carmen antes de perder comunicación. Él, con 76 personas más, entre las que se encuentran docentes, estudiantes y personal académico llegaron el 23 de octubre a Guerrero para fortalecer su formación académica.
Los integrantes de la comunidad del departamento de Minas, Metalurgia y Geología de la Universidad de Guanajuato habían viajado para participar en la XXXV Convención Internacional de Minería que se realiza del 23 al 27 de octubre. A penas habían cumplido un día de haber llegado cuando recibieron la noticia de que el estado de Guerrero podría verse afectado por la tormenta tropical Otis.
Te podría interesar
Todo quedó en un supuesto hasta anoche cuando, de haberse convertido en huracán categoría 1, Otis pasó a la categoría 5, la más devastadora de todas. Su hijo, cuyo nombre prefirió proteger, le avisó saliendo de la convención, alrededor de las 11:00 de la noche, que había comenzado a llover y poco tiempo después le informó que el clima había empeorado.
“Mi hijo me dijo: ‘Mira mamá, está lloviendo. Ya va a entrar el huracán’. Y como a los 45 minutos me dijo: ‘Mamá, ya está pegando con todo’”, comentó a La Silla Rota.
Acordaron comunicarse cada media hora, pero con cada minuto que pasaba, el huracán se tornaba más devastador y la comunicación se iba a perdiendo en Guerrero. La electricidad se fue y con ella la oportunidad de mantener sus celulares con batería.
A la 1:00 de la mañana fue la última vez que se comunicaron. No es el único casi, todo Guerrero perdió la comunicación por horas. Todavía a las 2:00 de la tarde del hoy 25 de octubre, Acapulco permanecía incomunicado. Además de llevarse casas, pedazos centros comerciales, y de hoteles, Otis trajo cortes de energía.
En su conferencia matutina, Andrés Manuel López Obrador informó que "Hasta ahora no tenemos datos sobre pérdida de vidas humanas, pero no hay comunicación. Sí daños materiales, ruptura de caminos; la propia autopista llegando a Acapulco tiene derrumbes”.
Afortunadamente, la comunidad académica de la Universidad de Guanajuato atrapada en Guerrero está a salvo, informó la misma institución mediante un comunicado donde señalan que se encuentran resguardados y están en la espera de regresar una vez que haya optimas condiciones en los caminos. Actualmente las vías de traslado áreas están cerradas y los caminos por tierra bloqueados.
Los integrantes de la Universidad de Guanajuato se encuentran en el hotel Copacabana, ubicado en Tabachines 2, fraccionamiento Club Deportivo desde donde otros turistas compartieron imágenes de la devastación.
De acuerdo a lo informado por usuarios de internet que se albergan en el hotel. Los huéspedes reportan que están a salvo y en habitaciones que no presentan daños ni ponen en riesgo su integridad.
Además de los estudiantes de la Universidad de Guanajuato, hay de la UNAM, de la de San Luis Potosí y más casas de estudio hospedados en Copacabana.