Irapuato.- Parecía un bache, pero se fue abriendo, abriendo… tanto, que estuvo a punto de “tragarse” dos automóviles en plena avenida Reforma. Es un socavón de casi dos metros de ancho y, se estima, unos ocho de profundidad.
La hondura fue calculada de un primer vistazo por los agentes de tránsito que fueron los primeros en llegar al cruce de Reforma y Paseo Irapuato. Les dijeron que un agujero enorme se había abierto en el pavimento. Cuando les dieron la ubicación precisa, supieron que era en el mismo lugar que el pasado 7 de junio se había formado un socavón.
Pero esta vez, se abrió repentinamente. Ya desde la mañana se había formado una pequeña grieta, que se fue abriendo silenciosamente, sin que ninguna autoridad lo notara. Ya no había supervisión de Obra Pública, ni curiosidad de agentes viales, luego de la “reparación” realizada en junio.
Sin embargo, la tarde de este jueves el bache se abrió repentinamente. El pavimento se desmoronó y cayó al pozo que había debajo, formado por la humedad de las recientes lluvias en Irapuato.
Apenas les había tocado del verde del semáforo a los que iban sobre Reforma. Un auto pasó justo un segundo antes de que se abriera el agujero, y alcanzó a golpear su mofle; el carro que venía atrás sí quedó con una llanta atorada en el socavón, y sus ocupantes bajaron de inmediato temiendo que la tierra se los tragara.
Los agentes viales ayudaron a sacar el auto y abanderaron el cruce para evitar que otro más fuera a caer o que sucediera alguna desgracia mayor.
La dirección de Obra Pública anunció que los trabajos para arreglar el desperfecto comenzarían hoy mismo, considerando realizarlos esta vez con reforzamiento especial.
CV