La historia de Teddy (apenas este lunes lo bautizaron así) va más allá de la de un perro agresivo, capturado y ahora “en capilla” antes de, según lo previsto, ser sacrificado. Se difundió a través de las redes mostrando al can atado a la parte trasera de una patrulla de la Policía Municipal, echado y con el lazo holgado.
“Lo llevan arrastrando”, fue la voz que el 25 de julio encendió a los internautas y que se convirtió en condena casi unánime. Hasta el gobernador Diego Sinhue “se subió al tren” y condenó el hecho, ordenando a su secretaria de gobierno, Libia Denisse García, tomar cartas en “este indignante hecho”.
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La evidencia son dos fotos: en una, el perro echado en el pavimento; en la otra, parado y aún atado a la patrulla, pero siempre con el mecate flojo.
Ya después fue dado a conocer un video, este sí, aterrador: son los momentos previos a que el can fuera amarrado con la cuerda amarilla, y se ve cómo persigue a dos jóvenes que van empujando un Chevy Monza. Alcanza a uno de ellos, de short, y “sin mediar ladrido” le muerde una pantorrilla, luego las manos y lo derriba. Ya en el suelo, el perro sigue atacando y el joven luchando por defenderse, mientras que otras personas se acercan sin saber cómo ayudar.
Bravo y libre
Los testimonios recabados posteriormente indican que el perro callejero tiene antecedentes violentos, y lo que nadie se explica es cómo seguía libre, atemorizando a la gente por la zona de la central camionera.
Aunque las voces que iniciaron el linchamiento daban por hecho que el perro había sido sacrificado de inmediato, fue llevado al centro antirrábico de Celaya.
Este lunes, un grupo de activistas en favor de los derechos de los animales se manifestó en el antirrábico, para demandar que no mataran al perro. Hasta le pusieron el nombre de Teddy.
Sin embargo, por el carácter violento y agresivo del animal, no es recomendable darlo a que conviva con una familia. Una de las activistas, Yunuén Navarrete, se ofreció a hacerse cargo del proceso de readaptación necesario para que el perro pueda ser entregado en adopción.
Mientras tanto, la lapidación mediática contra la Policía de Celaya sigue en apogeo. La corporación emitió un comunicado que, ante la predisposición pública, a muy pocos convenció. Así se tejió la historia de una mordedura de perro, la captura del can y la difusión de las fotos del hecho.
CV